Oncología/ 15º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR)

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Sigue habiendo pocas unidades aunque su uso puede modificar hasta un 30% de los tratamientos

A nivel estatal sólo hay cuatro aceleradores de partículas por cada millón de habitantes

| 2009-10-11T18:08:00+02:00 h |

Cecilia Ossorio

Barcelona

No hay duda de que la incorporación de la tecnología PET-TAC está optimizando el ámbito de la planificación radioterápica, como se subrayó durante el 15º Congreso de la Sociedad Española de esta especialidad (SEOR).

“Este tipo de técnicas nos están cambiando hasta un 30 por ciento de los tratamientos, porque nos permiten conocer no sólo la morfología de los tumores sino también su comportamiento metabólico”, señaló Carlos Ferrer, presidente del Comité Organizador del congreso y director del Instituto Oncológico del Consorcio Hospitalario General de Castellón.

De esta forma, el PET contribuye a discernir ciertos casos, evitando errores y contribuyendo a prescribir tratamientos más precisos. “A veces el tamaño de la lesión puede parecer ‘normal’ por TAC, pero mediante el PET localizamos un acúmulo de radioisótopo que nos marca la agresividad metabólica de esa adenopatía que radiológicamente habíamos considerado sin enfermedad y sin embargo puede ser puramente tumoral”, apostilló.

Déficit tecnológico

Una vez más, como resaltó el presidente del Comité Organizador, el principal problema radica en que todavía no existen las suficientes unidades como para que esta técnica se generalice en España. “Es imprescindible que se dote a los centros oncológicos de más unidades de PET-TAC para poder obtener estos beneficios en nuestros tratamientos”, declaró Ferrer. Según él, la realidad actual es que está disponible en muchos centros privados, mientras que en la Sanidad Pública es aún poco frecuente.

La repercusión de este avance en el abordaje de los pacientes oncológicos queda por tanto en manos de que se realice una inversión económica en más unidades de PET-TAC, como solicitan desde la sociedad científica.

En este sentido, el presidente entrante de SEOR, Ferrán Guedea, jefe del Servicio del Instituto Oncológico Catalán (ICO), señaló que en España existe un “déficit tecnológico”, a pesar de estar por encima de algunos países europeos, pues según las recomendaciones establecidas en la actualidad, en cada país debería haber seis aceleradores de partículas por cada millón de habitantes, y los centros estatales cuentan sólo con cuatro.

En lo que concierne a gasto sanitario, Guedea matizó que la radioterapia constituye sólo un 10 por ciento del gasto total en Oncología a nivel estatal. Por tanto, “se puede considerar que la especialidad tiene una excelente relación calidad-efectividad”, aseveró.

Terapias hipofraccionadas

Por otro lado, Ferrer explicó cómo el uso de técnicas de radiocirugía extracraneal con tratamientos hipofraccionados está ofreciendo resultados muy prometedores. Así, frente al elevado número de fracciones (25, 30 o 40) que requería la radioterapia clásica, ahora se están realizando tratamientos intensivos y más efectivos con dos, tres o cuatro sesiones. “Lo conseguimos utilizando técnicas de imagen guiada, mediante aceleradores y equipos mixtos que tienen unidos a la fuente de radiación sistemas de diagnóstico por la imagen como el TAC”, explicó Ferrer.

Como indicó el oncólogo, mediante la hipofracción se está consiguiendo en una semana lo que antes se realizaba en seis o siete semanas de tratamiento, y con más eficacia debido a que estas terapias concentradas tienen mayor capacidad de lesión sobre los tumores.

“Como son terapias con técnicas de imagen guiada, nos permiten concentrar mucho más la radiación en el tumor, ahorrando toxicidad y salvando mejor los tejido sanos”, matizó el experto. Por suerte, están comprobando que una buena parte de pacientes son candidatos a esta práctica, como los que padecen cáncer de próstata o tumores pulmonares precoces (T1, T2 y N0). “Se pueden beneficiar de ello con resultados similares a los de la cirugía, con menos morbimortalidad, evidentemente”, subrayó Ferrer.

En otro sentido, a pesar de las críticas por la falta de tecnología, el presidente entrante Guedea no dejó de celebrar que en España se está produciendo un “boom” de la oncología radioterápica, e hizo alusión a las buenas cifras que se obtienen cada año en cánceres como el de mama o el de próstata, que alcanzan índices de curación del 80 y el 75 por ciento, respectivamente. Además, destacó que la multidisciplinaridad vigente en nuestro país “favorece que los tratamientos sean más efectivos y con menos efectos secundarios para el paciente”.