RAGMA 2012/ Podrían evitarse hasta 7.000 casos anuales, según se informó durante la 5ª Revisión Anual de Geicam

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c.ossorio Barcelona | viernes, 22 de junio de 2012 h |

El “reposicionamiento de fármacos” es otra estrategia prometedora en el tratamiento del cáncer de mama. El Instituto Catalán de Oncología (ICO) de Girona ha comenzado el ensayo Metten (Metformina y Trastuzumab en Neoadjuvancia) que, como ya adelantó este periódico (ver GM Nº 417), es pionero en el mundo para determinar si el antidiabético metformina podría ser útil para combatir el cáncer de mama HER2 positivo. En el centro catalán ya han comprobado que la terapia con metformina induce la pérdida de pluripotencia y de tumorogenicidad de la célula, ya que “las células madre iniciadoras del cáncer de mama resistentes a trastuzumab son, por el contrario, extraordinariamente sensibles a la inhibición del metabolismo bioenergético impuesta por la metformina”, según explica Javier Menéndez, jefe de la Unidad de Investigación Traslacional del centro y uno de los impulsores de este estudio, que es es el primero de sus características en humanos y cuenta con la participación de 16 centros hospitalarios de toda España que esperan reclutar más de 200 mujeres con este subtipo de cáncer. Con él podrán valorar si el hecho de añadir metformina al tratamiento estándar que se realiza antes de la cirugía en los tumores HER2+ aumenta la tasa de respuesta de las pacientes, así como la supervivencia libre de progresión tumoral. El estudio cuenta con financiación del Ministerio de Sanidad, y ha sido promovido por el Consorcio de Apoyo a la Investigación Biomédica en Red (Caiber).

Una proyección de resultados del estudio Excel indicaría que podrían evitarse hasta 7.000 casos anuales de cáncer de mama mediante prevención farmacológica con un agente antihormonal, exemestano (inhibidor de la aromatasa), administrado una vez al día durante cinco años. Así lo declaró José Enrique Alés, coordinador del estudio y miembro del Comité Organizador de Ragma 2012, la 5ª Revisión Anual Geicam de avances en cáncer de mama.

Este año se ha profundizado en los datos distintivos de la población española que participó en el estudio, 432 mujeres. “Es destacable que los médicos españoles proponían el estudio a mujeres con más factores de riesgo que la media de la población participante, y sin embargo se han beneficiado en la misma medida”, señaló Alés. Es decir, se reduce el riesgo de aparición de cáncer de mama en un 65 por ciento, como se concluyó del primer análisis de este trabajo el año pasado.

En total, participan más de 4.000 mujeres que presentaban un resultado del algoritmo de GAIL (que estima el riesgo de padecer cáncer de mama) superior a 1,7.

Si bien la media de edad de inclusión era a partir de los 60 años, la población española participante estaba por debajo de esa cifra, aunque esto tampoco ha modificado los resultados.

“La conclusión que estamos sacando es que el tratamiento con exemestano es un tipo de prevención que puede ser beneficiosa para segmentos muy amplios de mujeres menopáusicas”, indicó.

Estudio Epigeicam

Aunque existen factores de riesgo inherentes, como el hecho de ser mujer, o la edad, cada vez es más evidente que ciertos hábitos de vida condicionan la aparición del cáncer de mama.

Por este motivo, Geicam ha puesto en marcha el primer el estudio sobre estilo de vida y riesgo de desarrollar cáncer, Epigeicam, encaminado a averiguar las actuaciones no farmacológicas para prevenir su aparición.

“Es el primer estudio de esta envergadura que se realiza en España”, recalca Alés. En él participan 23 centros hospitalarios y se han recogido datos de 2.000 mujeres (la mitad con cáncer de mama y la otra mitad sanas).

De momento, sólo cuentan con los primeros frutos, que confirman con mayor nitidez lo que se ha sugerido en otros trabajos, y es que el consumo de alcohol incrementa el riesgo de cáncer de mama. “A mayor consumo, más riesgo, se ha visto una relación casi directa”, declara el experto, pero añade que esto no debe enmascarar los beneficios demostrados para la salud que se derivan de un consumo moderado de alcohol.

Como puntualizó Alés, si se lograse determinar qué aspectos de la vida cotidiana influyen negativamente en el desarrollo del cáncer, el impacto general en la sociedad sería muy elevado, como también sería, a otro nivel, la ampliación en el conocimiento de los subtipos de cáncer de mama.

“Hay un estudio publicado en Nature de un grupo anglocanadiense, que describe que puede haber hasta diez subtipos de cáncer de mama. De momento nos manejamos con cuatro tipos básicos. Es un trabajo gigantesco que tendrá en los próximos diez años mucha repercusión”, concluyó.

En el ámbito del tratamiento, para Thomas A. Buchholz, del MD Anderson Cancer Center de Estados Unidos, la radioterapia ha contribuido a conservar la mama, disminuir la recaída local y, en consecuencia, a aumentar la supervivencia. “Ahora se trabaja para reducir los costes y los efectos secundarios asociados a la terapia”, afirmó.