Como ‘leitmotiv’ de la donación de órganos, el médico siempre tiene como objetivo a la hora de posibilitar el cubrir las necesidades de trasplante de los pacientes y lista de espera. Sin embargo, en España se le ha dado un plus a ese concepto para promover que la donación forme parte integral de los cuidados al final de la vida. “Esto significa que, cuando una persona fallece o va a fallecer de manera inminente en condiciones compatibles con la donación, el profesional que la entidad tiene debería explorar esa posibilidad y posibilitarla si es coherente con los principios, con los valores y con los deseos de esa persona”, ha explicado Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
Lo ha hecho en el marco de la presentación de la sesión científica ‘El médico en la donación y el trasplante de órganos: implicaciones éticas’, que organiza la propia entidad junto con el Consejero General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom) y la Asociación Médica Mundial (AMM). “Este es un concepto de alguna forma rompedor, muy bien instaurado en nuestro país y que queremos que guíe la donación de órganos en el resto de países del mundo”, ha añadido la responsable.
De hecho, tal y como ha avanzado, gran parte de la sesión científica se centrará en la donación asistolia. En esta situación -tras una parada cardiorrespiratoria- los órganos dejan de recibir flujo sanguíneo y rápidamente se deterioran. Por tanto, se trata de un proceso técnicamente “más complicado” y que, en realidad, no se ha posibilitado desde un punto de vista legal en la mayor parte de los países del mundo.
“A día de hoy, solo 22 país han reportado alguna actividad de donación en asistolia, la mayor parte en España”
Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT)
“A día de hoy, solo 22 país han reportado alguna actividad de donación en asistolia, la mayor parte en España. Esto significa que miles de pacientes están falleciendo en estas circunstancias, sin que se les posibilite esta opción, que evidentemente exige por una parte la actuación de los profesionales, pero también la actuación de los Estados para habilitar legislaciones y marcos regulatorios que lo permitan”, ha precisado la Domínguez-Gil.
Tráfico de órganos: responsabilidad profesional
La cita supone también un gran hito con la medicina a nivel mundial ya que aborda este gran desafío profesional desde la perspectiva de la ética médica. Además, supone también una gran ventana para la medicina en la sanidad española como líder y referente en todo el planeta en donación de órganos. En estos términos se ha expresado Tomás Cobo, presidente del Cgcom y también presente en la presentación, quien ha acotado el segunda tema sobre el que pivotará el evento: el papel del profesional sanitario en la prevención y la lucha contra el tráfico de órganos humanos.
Unos delitos que, además de vulnerar principios humanos y constituir un problema de salud individual y pública, “necesitan indefectiblemente de un sanitario de un conjunto de profesionales”, según la directora de la ONT. A este respecto, ha destacado varios supuestos en los que el profesional sanitario puede verse relacionado con esta situación. Así, ha explicado el papel que puede jugar aconsejando al paciente que expresa su deseo de adquirir un órgano en este contexto, desterrando “el concepto de que en realidad ellos van a para conseguir un trasplante pero, al mismo tiempo, están ayudando a otra persona”.
Asimismo, si el profesional detecta que un paciente ha recibido un trasplante en este contexto, debería añadir a su principal labor, la de cuidar, el deber de reportar esta actividad delictiva. Del mismo modo, también ha hecho referencia al supuesto en el que médico valorar potenciales parejas de donante y receptor, donde es imperativo evaluar que esa donación se produce de forma voluntaria, sin ningún tipo de coacción. “Ahí está otro rol del sanitario, valorar las motivaciones de esa donación”, ha puntualizado Domínguez-Gil.
