La Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) ha organizado la I Jornada de Inteligencia Artificial en Medicina. Expertos han repasado los principales retos y desafíos de esta tecnología y han avanzado las novedades que la IA está aportando al ámbito de la medicina. FACME ha albergado la jornada, este martes en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM), con el objetivo de “poder debatir, poner de manifiesto y profundizar en los aspectos más relevantes y críticos de la utilización e implementación de la IA y la transformación digital en la Medicina”.

Así, personalidades de la comunidad científico-médica, expertos en el desarrollo de la IA y en bioética, y representantes de la Secretaría General de Salud Digital han analizando “cómo debería ser la digitalización que se debería aplicar al sector sanitario para evolucionar en coherencia con la solidaridad, equidad, universalidad, calidad y contribución a la ciencia que se espera de él”, según han señalado. El presidente de FACME, Javier García Alegría ha celebrado que “lo que parecía una especulación, se ha convertido en realidad. Las herramientas de IA ya abarcan todos los ámbitos. Sin embargo, esta tecnología trae algunos riesgos que no deben ser obviados”, de ahí la importancia de esta jornada, tal y como ha explicado a Gaceta Médica en una entrevista.

“FACME representa los intereses de todas las sociedades científicas asociadas, que son las que tienen una especialidad médica reconocida, y nos parece que los aspectos relacionados con la inteligencia artificial son de interés compartido. Es un aspecto transversal porque la inteligencia artificial está afectando a muchas de ellas y con casi toda seguridad va a afectar a todas, va a afectar a todas de alguna manera”. Por tanto, García Alegría ha detallado que “les parecía un buen momento para compartir con expertos, no solamente de las sociedades, sino también con expertos externos, aspectos relacionados con la inteligencia artificial, que ya es una realidad en muchos campos”.

Sobre el futuro de la IA en la profesión, el presidente de FACME ha afirmado que “está abierto, lo construimos desde el presente”. Así, ha apuntado a la formación. “Tendremos que formar a los médicos ya desde esta perspectiva, apoyándonos en estas herramientas para mejorar la práctica clínica, la seguridad de los diagnósticos y la mejora en los tratamientos”. Además, ha ejemplificado estos avances con un caso: “gracias a una herramienta de inteligencia artificial se han identificado un millón de moléculas con potencial capacidad antibiótica. El 90 por ciento de esas moléculas no se conocían, ni siquiera estaban descritas. Esto es una herramienta que tiene un poder transformador, en realidad, de la humanidad. Desde luego, la medicina y los cuidados sanitarios no van a ser ajenos a ellos”.

En cuanto a los límites éticos, García ha subrayado que “siempre hay retos éticos en cualquier modificación de la práctica clínica y hay algunos aspectos que pueden afectar a la accesibilidad, la equidad de los cuidados, la garantía de confidencialidad y a un aspecto que es crucial en la práctica de la medicina, que es la relación médico-enfermo, un hecho muy especial. Se trata del depósito de confianza en un profesional y del vínculo que facilita la toma de decisiones, el cuidado del enfermo, la atención terapéutica, estos aspectos no los podemos olvidar”. Por ello, ha recordado que “la práctica de la medicina implica a los seres humanos, un ser que sufre y que busca ayuda en otro al que le reconoce la capacidad de actuar en su mejor interés. Esta es la esencia de la medicina”.

I Jornada de IA en Medicina

En cuanto a las ponencias que se han realizado esta primera jornada especializada en IA, García Alegría ha destacado que “la posibilidad de aplicación de herramientas al uso rutinario depende de la posibilidad de estandarización, cuanto más estandarizable sea una técnica diagnóstica terapéutica, más fácil y rápida va a ser su incorporación práctica a la medicina”. Así, ha explicado que se van a hablar de varias herramientas relacionadas con la imagen, el laboratorio, el diagnóstico, la estratificación de riesgo de pacientes y experiencias prácticas de las cuales algunas de ellas “ya están disponibles en los hospitales”.

Asimismo, sobre la celebración de esta jornada, ha mostrado intención de “mantener esta iniciativa en el tiempo porque ha sido muy bien acogida por todas las sociedades científicas, nos parece de gran interés para todas ellas”. Además, “hay cientos de inscritos que están siguiendo la jornada en streaming. Aquellos que llevan trabajando tiempo van a poder explicar lo que están haciendo y los que se han iniciado en IA van a atisbar los caminos que pueden seguir incorporando herramientas en la práctica clínica”. Por último, ha concluido señalando la importancia de encontrar “el modo de autoformarnos y formar a los estudiantes de grado y a los residentes utilizando estas herramientas ya en práctica, porque a ellos les va a coger de pleno”.

Mesas especializadas

La jornada ha contado con diversas mesas especializadas que han abordado aspectos clave de la IA en Medicina. En la primera mesa, centrada en el futuro de esta tecnología en el ámbito sanitario, la catedrática de la UPM en Ingeniería Biomédica, Elena Hernando, ha subrayado la importancia de la formación, por lo que ha apuntado que “las herramientas que más ayudan son el procesamiento de lenguaje manual, aprendizaje automático e IA generativa, en relación a la ayuda en tareas de redacción y manejo de carga adicional”. Estas herramientas ofrecen “sugerencias que el médico pueda revisar o filtrar”, facilitando así el análisis de grandes cantidades de datos y permitiendo a los médicos enfocarse mejor en los problemas más relevantes.

Sobre los retos de la Inteligencia Artificial, Hernando incidió en que “la colaboración multidisciplinar es imprescindible debido a la necesidad de entender cómo razona y de interpretar muchos datos, además de los riesgos metodológicos que aplica, como la representatividad del conjunto de datos o si son insuficientes”. También destacó la necesidad de “evaluación continua, como cualquier otra tecnología médica”. El ingeniero especializado en IA y datos y manager en Microsoft, Julián Isla Gómez, ha repasado algunos de los falsos mitos asociados a esta tecnología, como la explicabilidad y la precisión. “La precisión de la IA está situada en el 91 por ciento”, señaló, destacando que “son herramientas de apoyo” y que “los humanos no son infalibles”. Isla ha puntualizado que “no es una tecnología más, es diferencial porque se acerca a la capacidad de lo que nos diferencia como humanos. Cambiará los trabajos para adaptarlos a esta nueva tecnología”.

Regulación ética y legal

Otra mesa se ha centrado en la regulación ético-legal e implementación de nuevas tecnologías por parte de la Administración. La jefa del Gabinete de la Secretaría General de Salud Digital, Información e Innovación del SNS, Lucía Escapa Castro, ha repasado el entramado legislativo para el uso de esta tecnología. También ha celebrado la aprobación del reglamento europeo de datos sanitarios EDHS recordando el derecho de las personas a controlar sus datos de salud y ha expuesto medidas previstas para evitar su uso con fines ilegítimos.

El profesor de Derecho en la Universidad de Comillas y expresidente del Comité de Bioética de España, Federico de Montalvo Jääskeläinen, ha insistido en que “los datos han dejado de ser nuestros, ahora salvan vidas” y ha criticado la falta de disposición ética para compartirlos. “Hay un deber moral de compartir los datos, gracias a ellos podemos desarrollar algoritmos”, ha afirmado abogando por su uso secundario a través de un modelo seudonimizado que proteja la privacidad mientras permite la investigación. En cuanto a los usos éticamente aceptables, Montalvo ha expresado su preocupación por la dependencia exclusiva en algoritmos para la toma de decisiones. “Habrá que formar en que el algoritmo nos ayuda pero que hay que seguir un criterio independiente para evitar una medicina basada en el algoritmo”.

Aplicación en las sociedades científicas

La jornada también ha incluido una mesa sobre la aplicación de la IA por las sociedades científicas médicas y de imagen. El director del Servicio de Radiodiagnóstico de Sant Pau y miembro de la SERAM, Josep Munuera del Cerro, ha destacado que los algoritmos de IA “impactarán significativamente en la reducción del tiempo dedicado a hacer una resonancia, reduciéndolo hasta un 70 por ciento”. Así, ha subrayado la importancia de la formación continua de profesionales y residentes, con un enfoque particular en la ética.

Por último, el jefe de sección del servicio de Cardiología del Hospital Universitario Princesa de Madrid y miembro de la SEC, Luis Jesús Jiménez Borreguero, ha explicado que la IA aplicada al paciente cardiovascular facilitará “cálculos automáticos, aportará nuevos métodos diagnósticos y pronósticos y permitirá el análisis de grandes bases de datos comunitarias. Estas innovaciones prometen transformar la práctica cardiológica y mejorar significativamente la atención al paciente”.


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