Más de un centenar de profesionales del ámbito de la atención primaria, la farmacia comunitaria, enfermería y psicólogos han participado en el primer documento de consenso para el abordaje de pacientes con síntomas leves de covid persistente.

El trabajo forma parte de un proyecto de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp), y cuenta con el apoyo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y el Consejo General de Enfermería, entre otras entidades.

Tal y como ha explicado Jaume Pey, director general de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp), “su finalidad es dar unas pautas de actuación para poder, en primer lugar, identificar a estos pacientes eficazmente y, en segundo lugar, poder tratarles aliviando sus síntomas y hacer un seguimiento eficaz de su evolución, con el objetivo de mejorar su calidad de vida”.

Pilar Rodríguez Ledo, vicepresidenta de SEMG, participó esta mañana en la presentación de este trabajo. La portavoz remarcó que se trata de un proyecto “útil y necesario “ para hacer frente a uno de los retos más grandes que nos ha dejado la pandemia.

Rodríguez Ledó ha hecho hincapié en que muchos de estos pacientes, después de un tiempo, no ha recuperado su salud. “No tenemos tratamientos eficaces reconocidos y es fundamental centrarnos en control de síntomas y de su situación”.

“Hay que ser honestos y humildes. Todavía desconocemos más de lo que conocemos (sobre covid persistente)”

En su opinión, un aspecto importante en el terreno del autocuidado es saber hasta dónde llegar, “que el paciente sepa cómo orientar ese autocuidado y ver hasta dónde puede llegar, que es parte importante de nuestra formación al paciente”, ha indicado.

Asimismo, la vicepresidenta de SEMG ha invitado a “ser honestos y humildes”, en relación con la covid persistente “porque desconocemos más de lo que conocemos”. Según su visión, es imprescindible no perder su  abordaje multidisciplinar. “Solo de forma colaborativa podemos aliviar los síntomas de una persona”, según ha indicado.

La portavoz ha recordado también que en la atención primaria es importante la labor de médicos y pediatras, pero también de enfermería y farmacia, así como la orientación psicológica. Por ello, Rodríguez Ledo ha realizado “un llamamiento a trabajar en equipo a revisar con cariño lo consensuado y a tratar de proporcionar una orientación accesible y homogénea”.

Un año de trabajo

El director de la Unidad de Innovación del Instituto de Investigación Sanitaria San Carlos, Julio Mayol, es el presidente de la Comisión Asesora creada para la elaboración de este informe, cuyos trabajos se iniciaron hace un año.

En ese momento, recalca el experto, las incertidumbres eran todavía mayores, con las vacunas en una fase inicial e incluso sin definición oficial de covid persistente, que la OMS presentaría posteriormente, aunque resultaba evidente que algunas personas que habían sufrido la infección persistían con síntomas que alteraban su calidad de vida.

Un paso fundamental ha sido la definición de conceptos clave, como el de síntoma leve e incluso el propio covid persistente

En el día de hoy, se calcula que alrededor de un diez por ciento de las personas que han tenido la infección por SARS-CoV-2 pueden tener covid persistente, aunque se desconoce su alcance en estas últimas variantes.

Un paso fundamental ha sido la definición de conceptos clave, como el de síntoma leve e incluso el propio covid persistente. Mayol ha remarcado que se entiende por síntoma leve “aquel problema de salud de carácter no grave que no tiene relación alguna con las manifestaciones clínicas de los otros problemas de salud que sufra el paciente, ni con los efectos, deseados o no, de los medicamentos que toma, que no precisan por tanto diagnóstico profesional sanitario preciso y que responden o se alivian con un tratamiento sintomático”. Definición que, tal y como ha remarcado, ha sido consensuada por los 103 profesionales que han contestado a los cuestionarios que fueron la base para la elaboración del informe.

Síntomas relacionados

Los expertos también se han puesto de acuerdo sobre qué síntomas se consideran persistentes tras infección por la COVID-19 y han descrito un total de 200. Entre ellos estarían los síntomas cardiacos (palpitaciones, hipotensión ortostática, hipertensión arterial, síncope, taquicardia, bradicardia sinusal), problemas de coagulación (hematomas, microtrombosis acras), dermatológicos (urticaria, rash, alopecia) o trastornos digestivos (abdominalgia, dispepsia, pirosis, flatulencia, diarrea).

También se reflejan síntomas generales (febrícula, escalofríos, anorexia, malestar general), trastornos neurológicos (cefalea, parestesias, anosmia/cacosmia, disgeusia, dispraxia, déficit de memoria, inestabilidad, mareo, incapacidad para concentrarse), síntomas oftalmológicos, osteomusculares, otorrinolaringólogos, síntomas psicológicos (ansiedad, trastornos del sueño y otros) y síntomas respiratorios (disnea, tos seca y otros).

“Teniendo en cuenta lo anterior, se pueden definir como COVID persistente aquellos casos en que los síntomas guarden relación causal y temporal con el diagnóstico clínico y/o apoyado por test de laboratorio de una infección previa por el SARS-CoV-2. Las secuelas no son excluyentes con los síntomas de la COVID persistente”, ha afirmado Julio Mayol.

27 recomendaciones

A partir de estas definiciones como punto de partida, los especialistas recogen un total de 27 recomendaciones para el manejo de estos pacientes, con medidas dirigidas a la identificación de los pacientes, la información que se ha de proporcionar, los tratamientos disponibles para estos síntomas leves o las prácticas de colaboración entre los profesionales sanitarios.

Entre otros muchos puntos, los expertos abogan por compartir la información entre todos los profesionales, así como por realizar el seguimiento de estos pacientes de forma digital. Asimismo, defienden la cooperación entre el personal de enfermería de las residencias de mayores y los profesionales de los centros de salud para la identificación y el manejo de estos pacientes.

Por su parte, el vicepresidente del Consejo General de Enfermería, José Luis Cobos, ha puesto en valor el papel de la enfermería. Estos profesionales, tal y como ha destacado, son el mayor colectivo sanitario y asume la prestación de cuidados, por lo que les “toca de lleno esta patología leve”, donde disponen de herramientas de todo tipo: medicamentos, pero también educación para la salud.

Hay que seguir investigando, estamos aprendiendo todos en el día a día y tiene que ser una colaboración mútua”, concluye.


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