Atención Primaria (AP) atiende anualmente a más de 453 millones de pacientes, mientras que en los hospitales, en torno a 82 millones, según los últimos datos disponibles correspondientes al ‘Informe del SNS 2022’ elaborado por el Ministerio de Sanidad. Así, el número de prescripciones que se realiza cada año desde ambos niveles asistenciales es muy elevado. “Sin embargo, cuando alguno de los fármacos prescritos o las interacciones entre varios de ellos producen efectos colaterales o secundarios no deseados, los pacientes acuden en primer lugar a AP”, ha asegurado David Palacios, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), en declaraciones a GM.

“En el año 2017 la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó el tercer reto mundial de seguridad del paciente, con el objetivo de reducir en un 50 por ciento el daño evitable severo relacionado con la medicación en los siguientes 5 años”, ha afirmado Palacios. Es por ello por lo que la Comunidad de Madrid ha implantado un sistema de ayuda en la receta de medicamentos, que está integrada en el Módulo Único de Prescripción, con el objetivo de aumentar la seguridad del paciente y ayudar a los profesionales de la sanidad pública en la toma de decisiones clínicas y terapéuticas.

Esta herramienta se ha creado para reducir riesgos o imprecisiones a la hora de recetar fármacos, pues en muchos casos se pueden dar incompatibilidades que pueden poner en riesgo la seguridad del paciente desencadenando reacciones de varios tipos: reacciones adversas graves, que pueden variar desde náuseas y mareos hasta reacciones alérgicas severas, convulsiones o incluso la muerte; reducción de la eficacia; aumento de la toxicidad; interacciones farmacocinéticas; interacciones farmacodinámicas; reacciones alérgicas; problemas de coagulación; alteraciones del ritmo cardíaco; daño a los órganos; e ineficacia terapéutica.

Análisis

Este sistema, desarrollado e implementado por la Subdirección General de Farmacia y Productos Sanitarios de la Consejería de Sanidad, permite durante el proceso de consulta analizar los diferentes fármacos prescritos al paciente. Tras esta consulta, se presenta al profesional un análisis con las interacciones farmacológicas, contradicciones y precauciones, duplicidades terapéuticas, posología, dosis máximas o duración de tratamiento y adecuación a recomendaciones.

Dado que todo el personal sanitario que tenga acceso a la historia clínica del paciente, pueden solicitar informes de revisión de tratamiento crónico a los farmacéuticos de AP y acceder a esta herramienta, GM ha querido preguntar a diferentes profesionales sobre la practicidad de la misma.

Utilidad de la herramienta

Francisco José Sáez Martínez, responsable del Grupo de Trabajo de Gestión Clínica de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), ha expuesto que esta herramienta ya existía anteriormente en otras comunidades, pero que en Madrid es reciente. Ha señalado además que se trata de una herramienta que tiene una parte positiva “basada en la inteligencia artificial”. En este sentido, cuando se hace una prescripción a un paciente, esta puede informar de posibles alertas relacionadas con los fármacos.

“Cuando se abre la aplicación AP Madrid y se entra en la historia de cualquier paciente, se advierte con alguna marca azul que indica que puede tener algún tipo de riesgo y se puede consultar para ver si se continúa con el tratamiento o no”, ha explicado Sáez Martínez.

Por otro lado, ha asegurado que cuenta también con una parte más “negativa” que se trata del “bloqueo de la prescripción de algunos fármacos“. “Ese paciente a lo mejor ha sido visto de alguna otra manera en el hospital o por otro profesional y realiza otra prescripción; cuando se intenta hacer otra, como el paciente ya tiene una previa, la herramienta bloquea la posibilidad de prescribir ese fármaco que le vendría bien y te dice que tienes que anular el otro, lo cual, a veces, no tiene una cierta continuidad”, ha lamentado el experto de la SEMG.

Por su parte, Juan Antonio López Rodríguez, portavoz de Junta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), este sistema “es una herramienta útil”. Además, ha indicado que “pone el foco principal en la seguridad, tanto de alergias como de problemas que puedan surgir entre los diferentes medicamentos”. Además, ha afirmado que se trata de una herramienta que no fatiga al profesional con avisos y notificaciones. “Lo han planteado de una forma que es bastante cómoda visualmente, es eficiente, las alertas no están saltando constantemente, simplemente te llama la atención sobre determinados fármacos”, ha resumido.

De hecho, para David Palacios, desde el punto de vista de la seguridad del paciente, también se trata de una herramienta de “gran utilidad”, ya que “facilita la prescripción segura y reduce la aparición de efectos colaterales no deseados al prevenir errores en la prescripción farmacológica y la aparición de potenciales interacciones entre diferentes fármacos”.

Implicación de otros profesionales

Antes de que la Comunidad de Madrid implantase este sistema, existían otras dos herramientas que implicaban a las oficinas de Farmacia Comunitaria. “Se implementó un mecanismo de notificación y bloqueo de la prescripción y recogida de medicación ante la aparición de duplicidades terapéuticas u otros problemas de medicación, que permitía al médico revisar la situación, prevenir y evitar efectos colaterales no deseados derivados de la medicación”, ha destacado Palacios.

Además, ha añadido que “desde el punto de vista del cumplimiento y la adherencia terapéutica, se habilitó otro mecanismo de comunicación que permitía conocer si el paciente había recogido en las oficinas de farmacia las prescripciones realizadas”.

Actualmente, se cuenta con otro sistema que también implica a la Farmacia de AP con la que se pueden consultar dudas y problemas relativos a la medicación, permitiendo a los profesionales solicitar un informe con respuestas y sugerencias terapéuticas. Sáez Martínez ha querido destacar que “los farmacéuticos comunitarios reciben información de lo que un paciente tiene prescrito, y esta herramienta les alerta sobre los problemas que puedan surgir en alguna de las cosas”.

“Estos profesionales pueden llegar a realizar y hacer una sugerencia pulsando en ‘Hay un problema’ y esa notificación le llega al médico en la consulta a través de AP Madrid; en ese sentido, se ve a través del Módulo Único de Prescripción y advierte de que este paciente tiene un riesgo”, ha explicado el experto de la SEMG. De este modo, “el médico debe valorar si existe ese peligro o no”.

Finalmente, López Rodríguez ha asegurado que “esta herramienta está visible para cualquier persona que abre la historia clínica, con lo cual, es seguridad para todos”. Incluso los profesionales de Enfermería que acceden a la lista de medicamentos podrán ver si hay alertas sobre determinados fármacos, tal y como ha recordado el portavoz de la Junta de semFYC.


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