Prevención, detección y coordinación de los equipos multidisciplinares, son tres pilares sobre los que se sustenta el Plan de Obesidad de La Rioja, que se liderará desde Atención Primaria (AP). Una enfermedad que tiene una prevalencia en la región del 16 por ciento y va en aumento, tal y como indicó María Martín, consejera de Salud y Políticas Sociales.

La consejera presentó el Plan ayer, 4 de marzo, coincidiendo con el Día Mundial de la Obesidad, acompañada del equipo implicado en la elaboración o coordinación del protocolo. Con esta estrategia se pretende “unificar criterios y que los pacientes estén lo mejor tratados y acompañados en el proceso, que no solo es el tratamiento, sino también cambios en el estilo de vida”, apuntó Laura Bea, jefa de Coordinación Asistencial de Atención Primaria.

“El Plan de Obesidad es el resultado de un arduo trabajo –pero muy gratificante–, multidisciplinar y donde hemos estado implicados Atención Primaria, el Servicio de Endocrinología y coordinado por la Dirección General de Salud Pública”, destacó Bea.

Salud Pública

Por su parte, Eva Martínez, directora de Salud Pública, Consumo y Cuidados, afirmó que la obesidad es, actualmente, un problema de salud pública porque “está asociada a muchas otras enfermedades, como diabetes, enfermedades cardiovasculares o trastornos del sueño, y porque está en una tendencia creciente en nuestro medio”.

Por ello, aludió a la importancia de aplicar medidas preventivas. “Es importante la prevención primaria, es decir, adelantarnos a la enfermedad”, aseguró. “Hay que adquirir hábitos saludables en cuanto a alimentación saludable y realización de actividad física”, agregó.

De esta forma, desde el ámbito de Salud Pública están colaborando en diversas etapas de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta, aplicando medidas de prevención. “En este sentido, trabajamos con los centros escolares en un programa de alimentación sana, dirigido a los escolares de sexto de Primaria; también se hacen talleros de cocina dirigido a estos alumnos de sexto, primero de la ESO y estudiantes universitarios”, explicó.

Del mismo modo, Martínez indicó que la colaboración de los padres es importante, por lo que hay sesiones dirigidas a proporcionar conocimientos y habilidades para llevar una alimentación sana y saludable. En este sentido, la consejera de Salud apuntó que, en obesidad infantil, es crucial el papel de los padres y las familias a la hora de la detección y para “poner remedio cuanto antes para que no acabe en enfermedades mucho más graves que deterioran la calidad de vida”.

Además, este año se incorpora como novedad la impartición de sesiones informativas de alimentación saludable en personas mayores. “Todo esto está englobado en una estrategia de difusión en los colegios”, argumentó la DG de Salud Pública.

Endocrinología

Finalmente, desde la atención hospitalaria y, concretamente, desde el Servicio de Endocrinología, apoyan el Plan de Obesidad de dos formas, según afirmó la endocrina María Jesús Chinchetru. “Desde hace dos años, se nos aceptó como unidad acreditada, reconocida por la Sociedad Española de Obesidad, porque se ha comprobado que la mejor forma de tratar a los pacientes obesos es con programas estructurados y multidisciplinares”, expuso. “Tenemos que colaborar todos: enfermería, dietistas… pero en el hospital también contamos con compañeros de salud mental, respiratorio, cardiología, etc. Porque son pacientes con muchas comorbilidades asociadas”, apuntó.

De este modo, por una parte está dicha unidad multidisciplinar, y, por otra, Atención Primaria, tras un seguimiento, remiten a los pacientes a Endocrinología para hacer grupales o valorar si son candidatos a la cirugía a la obesidad. “Al final, Primaria, que son los que conocen a los pacientes y están más cerca de ellos en el día a día, hacen esta valoración y, posteriormente, pasan a nosotros”, concluyó Chinchetru.


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