“Creemos que un poder legislativo abierto a la evidencia científica puede hacer mejores políticas públicas y afrontar mejor los retos sociales”. Con esas palabras, la directora general de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), Inma Aguilar, describió uno de los objetivos de la Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados, conocida como Oficina C, que este lunes emparejó a diputados e investigadores y presentó seis nuevos informes con los que enriquecer la labor parlamentaria en base a la evidencia científica.

“Nos enfrentamos a una necesidad cada vez mayor de integrar la información científica, la información correcta, para tomar decisiones claves y cotidianas que nos afectan”, explicó Aguilar en el acto que inauguró la Semana C, en la que personal investigador y diputados tenderán puentes para conectar el conocimiento científico con el Congreso. En concreto, la Oficina C presentará a los parlamentarios, a lo largo de tres días, informes relativos a la calidad del aire, la neurociencia, el envejecimiento y bienestar, las enfermedades neurodegenerativas, la desinformación y los incendios forestales.

Estos informes, para los que se han consultado a más de 120 investigadores y se han referenciado más de 2.100 documentos, tienen el objetivo de proveer a la Cámara de evidencias científicas sobre determinados temas de interés y, en definitiva, acercar la ciencia a la sociedad, “y los decisores políticos son una parte muy importante de esa sociedad a la que queremos llegar”, señaló la directora general de FECYT, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que colabora con el Congreso de los Diputados gracias al convenio suscrito por ambas entidades en 2021.

“Queremos contribuir con la Oficina C a generar un nuevo ecosistema en el que los diputados estén mejor informados”

En su intervención, Aguilar subrayó que los actores públicos “deben tener acceso a los conocimientos”, pero también poder distinguir entre la cantidad ingente de datos disponible. Para ello, indicó que son necesarios instrumentos e “instituciones puente” que conecten a esos actores con la evidencia científica. “Queremos contribuir con la Oficina C a generar un nuevo ecosistema en el que los diputados estén mejor informados gracias a un conocimiento científico interdisciplinar, de tal manera que su labor parlamentaria y las políticas públicas que desarrollan estén más informadas por el conocimiento científico. De esta manera, estamos convencidos de que las instituciones democráticas se ven fortalecidas”, incidió.

España se equipara a Europa

La Oficina C equipara a España con otros países que ya disponían de una oficina de asesoramiento científico en sus parlamentos, como Francia, Reino Unidos, Estados Unidos o Alemania. En España, únicamente se contaba con el precedente de Consejo Asesor del Parlamento sobre Ciencia y Tecnología (CAPCIT), tal y como recordó el director de Estudios, Análisis y Publicaciones, del Congreso de los Diputados, Pedro Peña.

La Oficina cuenta con un Consejo Asesor formado por 12 representantes institucionales nombrados por algunas de entidades más prestigiosas del país, como Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto de Salud Carlos 111 (ISCIII) o el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), entre otras. Según explicó Izaskun Lacunza, una de las coordinadoras de la Oficina C, este Consejo Asesor se convoca diez veces al año y es “fundamental” para recoger y conocer el conocimiento de estos expertos y cada una de sus áreas, en torno a una serie de temas de interés que propone la Dirección de la Oficina a la Mesa del Congreso de los Diputados.

Esta Oficina nació en 2019 con el objetivo de asesorar a los parlamentarios, pero no comenzó a funcionar hasta 2021. En 2022, presentó informes en torno asuntos como el hidrógeno verde como combustible, la inteligencia artificial y salud, avances en el tratamiento del cáncer o ciberseguridad. En los próximos meses, tal y como anunció otra de sus coordinadoras, Ana Elorza, la Oficina C seguirá abordando la inteligencia artificial, en este caso, en su relación con la educación; la gestión sostenible de zonas costeras; la prevención activa del suicidio y los materiales y materias críticas en la transición energética.

Además, Elorza destacó que la intención de la Oficina es realizar una consulta pública de temas para preguntar a la ciudadanía. “Un porcentaje de los temas que se presentarán para el año que viene a la Mesa del Congreso vendrán de propuestas de temas que haga la ciudadanía”, ha asegurado.

Programa de emparejamiento

En esta ocasión, “el 2023 ha sido un año difícil por las elecciones, pero no hemos dejado de trabajar”, ha asegurado Elorza, quien destacó la importancia del programa de emparejamiento entre diputados y personal investigador. Gracias a esta iniciativa, un grupo de ocho científicos trabajará en los próximos meses, codo con codo, junto a ocho representantes de los grupos parlamentarios, de diferentes comunidades autónomas. “Este año hemos añadido una pequeña innovación, que es que uno de los letrados se va a emparejar también con uno de los científicos”, detalló la coordinadora.

Alfonso Gómez de Celis, vicepresidente primero del Congreso de los Diputados.

Tras el emparejamiento, el vicepresidente primero del Congreso de los Diputados, Alfonso Gómez de Celis, en sustitución de la presidenta de la cámara, Francina Armengol, clausuró el acto de presentación de los informes de la Oficina C. En opinión de Gómez de Celis, “la Oficina de Ciencia hace fluir las relaciones entre la investigación y la actividad parlamentaria”, y garantiza un “salto cualitativo” en la función legislativa del Congreso.

Además, destacó que la Oficina es “un ejemplo de cómo trabajamos conjuntamente, en este caso investigadores y legisladores, y de que se pueden obtener resultados que beneficien a una mayoría mucho más amplia, a todo un país”. En esa línea, explicó que el trabajo en red es “fundamental para trabajar desde el rigor” y para hacer frente a los retos que se presentan a la sociedad, como los que abordará la Oficina C en los próximos meses, relativos a la inteligencia artificial o la prevención del suicidio. “Sin duda, son cuestiones de gran relevancia para la realidad de nuestro país y todas ellas tendrán una respuesta científica a lo largo de este año”, señaló.


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