El Comisionado para la Equidad de la Alianza General de Pacientes (AGP) ha presentado un informe técnico sobre la situación de la nutrición parenteral en el paciente oncológico, que recoge un total de seis propuestas para mejorar su abordaje en el Sistema Nacional de Salud.
La oficina detectó una cobertura nutricional inadecuada en el paciente oncológico en comparación con otros países del entorno europeo, así como una heterogeneidad a escala nacional. Con el objetivo de realizar una intervención nutricional adecuada el Comisionado recomienda, en primer lugar, la puesta en marcha de una regulación normativa sobre nutrición parenteral de mayor alcance que la actual en nuestro país, en línea con otros tipos de nutrición enteral.
Además, recomienda alcanzar un consenso sobre la incorporación de la nutrición parenteral complementaria (NPC) en las guías clínicas españolas, así como mejorar y optimizar los registros de nutrición parenteral domiciliaria.
La incorporación de medidas legislativas que permitan la equiparación de la nutrición parenteral domiciliaria con la nutrición enteral es otra de las propuestas. De este modo, se respeta, tal y como sugiere el informe, el derecho del paciente a acceder a la nutrición parenteral y a permanecer en su domicilio.
Otro punto sobre el cual se plantea la necesidad de actuar, es en el terreno de la concienciación. El documento proponen impulsar campañas informativas con el objetivo de informar al público general y a los grupos de riesgo sobre la importancia de un buen estado nutricional en el paciente oncológico.
Para finalizar, reclaman el desarrollo e implementación de herramientas de evaluación, cribado y promover un adecuado seguimiento nutricional, considerados esenciales para una intervención efectiva en el manejo de pacientes con cáncer.
Asignatura pendiente
El punto de partida de este trabajo nace en la constatación de que, aunque el abordaje de los pacientes oncológicos ha evolucionado en los últimos años, logrando mayores tasas de curación, supervivencia y calidad de vida, la incapacidad de mantener un adecuado estado nutricional sigue constituyendo un problema común en estas patologías.
Según refleja este informe, las consecuencias de la desnutrición influyen tanto en la calidad de vida como en el pronóstico, y afectan a la respuesta al tratamiento y a la supervivencia global. Como respuesta a esta situación, está demostrado que un adecuado soporte nutricional mejora el estado general del paciente, aumenta su tolerancia al tratamiento y la eficacia y disminuye también la morbilidad.
Partiendo de esta base, el Comisionado para la Equidad de la AGP remarca que las intervenciones proactivas deberían formar parte integral de la terapia del cáncer. En este sentido, cita como ejemplo la actuación de países como Italia y Dinamarca, que han desarrollado estrategias con el objetivo de garantizar un correcto abordaje nutricional en cáncer.
Entre las medidas que pueden servir de inspiración a escala nacional, estipulan la implantación de cribado nutricional, el seguimiento continuo durante la enfermedad y la ampliación del uso de tratamientos más restringidos como la nutrición parenteral complementaria o la nutrición parenteral domiciliaria.
En nuestro país, según destaca el documento, la cobertura nutricional de los pacientes con cáncer dista mucho de esta otra realidad. A modo de ejemplo, cita la nutrición parenteral domiciliaria, que continúa siendo una terapia infrautilizada en nuestro país, tal y como se ha podido observar con este análisis. La falta de un marco legislativo puede ser una de las causas, al igual que la ausencia de una estrategia nutricional de ámbito nacional, que da lugar a inequidades que también han sido observadas.
En el diagnóstico de situación, el informe remarca que la población no está siendo adecuadamente asistida con las opciones que redundarían en un mejor pronóstico.