El número de mujeres víctimas de violencia de género aumentó un 8,3 por ciento en el año 2022, hasta 32.644, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En el corriente año, 2023, el número de mujeres asesinadas es de 52.
Para actuar desde la sanidad ante este tipo de violencia, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) ha aprobado un protocolo común para la actuación sanitaria ante la violencia sexual elaborado por diferentes profesionales del conjunto de las comunidades autónomas y expertos del equipo de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género.
Desde las diferentes sociedades médicas apoyaron en su momento el refuerzo de estos protocolos. En una entrevista a Gaceta Médica, Lorenzo Armenteros, portavoz y responsable del Grupo de Trabajo de Salud de la Mujer de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), explicó que el profesional de atención primaria “tiene una capacidad de detectar la violencia de género a través de los mecanismos que esta puede presentar sin ser claramente identificable”.
“Con signos indirectos podemos detectar la posibilidad de que pueda existir esa violencia y poder hacer una actuación más específica”, señaló Armenteros.
Criterios comunes
El objetivo general de este protocolo aprobado es establecer criterios comunes de actuación profesional, normalizada y homogénea, para el conjunto del SNS, respecto a la detección, valoración e intervención en casos de violencia sexual (pasada o reciente) en mujeres adultas, niñas, niños y adolescentes, incluyendo los casos de hijos u otros menores a cargo de mujeres que sufren o han sufrido violencia en el ámbito de la pareja o expareja.
Estas pautas se constituyen con la intención de disponer de una atención sanitaria integral ágil y eficaz para todas aquellas personas que hayan sufrido, sufran o puedan sufrir violencia sexual, con especial interés en la actuación en los casos de personas en contextos de mayor vulnerabilidad, con el objetivo de minimizar el impacto generado.
Objetivos del Protocolo
Este protocolo además cuenta con objetivos específicos, como garantizar una actuación coordinada con los médicos forenses de los Institutos de Medicina Legal y Forense y una atención integral a las víctimas de violencia sexual (reciente y pasada), o sensibilizar y formar al personal sanitario del SNS.
Actualizar el conocimiento basado en la experiencia y la evidencia científica de los últimos años, proporcionando al personal sanitario herramientas comunes para la toma de decisiones e intervención sanitaria integral, humanizada y de calidad en los casos de violencia sexual y promover el empoderamiento y la capacitación de quienes han sufrido o sufren violencia sexual en el servicio sanitario, son otros de los objetivos.
Por último, esta medida pretender contribuir con su implementación a mejorar la investigación sanitaria en materia de violencia sexual, con relación a la efectividad y eficiencia de las intervenciones sanitarias realizadas; y promover mayor sensibilidad en el conjunto de profesionales de la salud.