Tomás Cobo
Tomas Cobo

Durante los últimos 20 años, la profesión médica no ha permanecido ajena a las problemáticas que afectan a nuestro modelo y a nuestro sistema sanitario.

Ante el Sistema Nacional de Salud (SNS), y tras el trasvase de competencias en materia sanitaria a las Comunidades Autónomas, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos ha mantenido una visión crítica de los problemas de organización y gestión del SNS y una postura de colaboración para la mejora de la atención a los pacientes. La Organización siempre ha mantenido un talante abierto, pero con un compromiso claro con los valores del profesionalismo médico y el modelo sanitario universal, público, gratuito, eje del Estado del Bienestar y logro de justicia social.

Las ventajas de la descentralización deben ir acompañadas de mecanismos de cohesión y actuaciones colaborativas. No se trata de cambiar marcos competenciales, sino de dotar al SNS de medios para que se puedan vehiculizar las acciones que beneficien a todo el conjunto del sistema, profesionales y pacientes bajo un principio de equidad.

Desde el año 2002, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos ha mostrado la preocupación de la profesión por el estado del SNS y se han trasladado propuestas encaminadas a reconducir la situación en materias como la evaluación de innovaciones; modelos de gestión; externalización y privatización; gestión clínica; seguridad del paciente; políticas de Recursos Humanos; temporalidad y precariedad; género y conciliación; etc., y desde 2020, en el contexto de la pandemia, 14 informes de la Comisión Asesora COVID-19 de la Organización Médica Colegial; culminadas en la presentación de 45 medidas a la Comisión Parlamentaria para la Reconstrucción Económica y Social del Congreso de los Diputados.

En 2021, la Organización Médica Colegial puso en marcha la Escuela de la Profesión Médica para abordar en profundidad, en un entorno profesional y técnico, los complejos problemas del SNS. 

Así, en una primera edición de la Escuela, en la que se abordó la “reconstrucción sanitaria y profesional tras la pandemia”, la conclusión de los debates fue la necesidad de un Pacto de Estado por la Sanidad, con el consenso de todas las fuerzas políticas, que permita poner en marcha las reformas -blindadas ante cambios de gobierno o vaivenes políticos- para revitalizar al Sistema Nacional de Salud.

La profesión médica continúa a día de hoy, como en los últimos años, mostrando su mano tendida para colaborar en la salvaguarda del modelo y los cambios que requiere el sistema que lo sostiene.

Es urgente reconocer que se nos ha acabado el tiempo y que ya no es momento de más palabras, de más planes o de más debates. Es tiempo de ejecución y de acción o, de otro modo, nuestro modelo- tal y como lo tenemos concebido- se hundirá, y con él, el pilar esencial de la justicia social.