Guillermo García-Ribas, neurólogo en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Los olvidos y despistes son habituales en nuestros mayores: más del 65 por ciento los tienen con cierta frecuencia, aunque la mayoría no les da importancia al considerarlo algo normal de su edad. Así lo refleja la Encuesta Sociológica de Memoria en mayores de 60 años en España desarrollada por Nutricia, la división de nutrición especializada de Danone, con el objetivo de conocer el comportamiento respecto a los problemas de memoria de este grupo poblacional y su grado de conocimiento frente al Deterioro Cognitivo Leve (DCL).

Estos episodios, en su gran mayoría, corresponden a lo que denominamos quejas subjetivas cognitivas (QSC). Algunas personas presentan problemas de memoria o cognición de suficiente entidad como para que sean detectados durante la evaluación médica. Estas alteraciones de memoria, u otros procesos cognitivos, persistentes y con una evaluación objetiva que muestra alteración es lo que se denomina DCL. Su importancia radica en que de un tercio a la mitad de las personas con DCL tendrán una dependencia funcional en los siguientes 5-7 años, mayoritariamente debida a la enfermedad de Alzheimer (EA).

Desde el punto de vista clínico, los especialistas resaltamos que reconocer el DCL de forma precoz es clave, ya que se podría tratar en los casos debidos a un proceso neurodegenerativo para que progrese más lentamente, así como planificar los cuidados y la funcionalidad.

En este sentido, son muchos los pacientes que no son conscientes de que hay ayudas farmacológicas y no farmacológicas para las primeras fases del DCL. Existen, por ejemplo, alimentos para usos médicos especiales (AUME), también conocidos como suplementos nutricionales, que han demostrado beneficios en la mejora de la función cognitiva en personas con DCL debido a EA, así como una mejora sobre los síntomas afectivos y conductuales que acompañan a este deterioro.

El uso de AUME es relativamente fácil de implantar en el día a día de los pacientes, debido a que son alimentos con un perfil de seguridad muy elevado. Para hacer frente al DCL, tratar de retrasarlo y facilitar una mejor calidad de vida por más tiempo para pacientes y familias, los especialistas recomendamos una serie de medidas como son el uso de estos suplementos nutricionales médicos, el control de los factores de riesgo vascular, la adherencia a una dieta, ejercicio físico regular y estimulación cognitiva-social.