Con el plazo de alegaciones al Proyecto de Real Decreto por el que se establece el título de Médica/o Especialista en Urgencias y Emergencias ya cerrado, varias sociedades científicas y profesionales han emitido su posicionamiento al respecto. Así, ya sea a viva voz o a través de comunicados, Sociedad Española de Médicos de Urgencias y Emergencias (SEMES); la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN); la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) y la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) han trasladado sus aportaciones a esta iniciativa.

Desde SEMERGEN, su presidente, José Polo, ha mostrado su desacuerdo con la troncalidad común en la formación para ambas especialidades. Considera que ambas tienen una complejidad suficiente como para tener sus itinerarios separados en aras de ofrecer una mejor calidad asistencial a los pacientes. En este sentido, durante la rueda de prensa de presentación de su 45º Congreso Anual, planteaba sus dudas acerca de “cómo puede encajar un programa formativo específico de Urgencias y Emergencias y que se mantenga el de Atención Primaria, que también incluye aspectos de Urgencias”. En la misma línea se han manifestado desde semFYC, considerando fundamental respetar los tiempos propios de cada especialidad.

Por su parte, los urgenciólogos de SEMES también apuntan a tener en cuenta otros aspectos, como la necesidad de atender a las especificidades de las diferentes comunidades autónomas y, a nivel más macro, las directrices de la Unión Europea para la homologación de títulos y poder garantizar la movilidad de los profesionales, entre otros.

Además, desde la CESM, aúnan ambas peticiones, llamando la atención sobre la necesidad de atender a los criterios europeos y diseñar un curriculum formativo adecuado.

La conclusión es la de siempre: para avanzar, es necesario escuchar a los especialistas. En este caso, los especialistas de Urgencias y Emergencias y los de Medicina Familiar y Comunitaria han expuesto sus aportaciones para que el Real Decreto relativo a la especialidad, tome su forma definitiva con un impacto positivo en el Sistema Nacional de Salud. En otros casos que los profesionales demandan el reconocimiento de su especialidad, el procedimiento debería ser el mismo: escuchar activamente sus peticiones y asegurar que quedan reflejadas en la legislación que la regule, para ofrecer una atención sanitaria equitativa y de calidad. Y es que, ¿Quién va a saber mejor que los que trabajan día a día con los pacientes cuáles son las necesidades en el entorno asistencial?