Antonio Rivero

Las enfermedades infecciosas (EI) han sido una importante causa de morbimortalidad en la historia de la especie humana. En los últimos años, el incremento de EI complejas ha originado una alta demanda asistencial y  preocupación en la población. La OMS ha estimado que en 2050 las enfermedades infecciosas constituirán la principal causa de muerte en el mundo y un informe reciente señala que las EI seguirán constituyendo uno de los mayores problemas de salud en el futuro próximo. En este escenario conviene recordar que España carece de dos herramientas esenciales para abordar de forma óptima esta realidad.

España es el único país de la UE, junto a Chipre, en el que la especialidad de EI no está reconocida. Esta insólita situación, de no resolverse, podría tener graves consecuencias en los próximos años. No reconocer la especialidad de EI supone no poner en marcha el marco formativo adecuado que permita una formación reglada de los nuevos especialistas (MIR), que puede poner en riesgo la continuidad de la atención a los pacientes con EI en el futuro próximo. Las enfermedades Infecciosas no son enfermedades asociadas a determinados grupos o colectivos vulnerables, sino que afectan a toda la población de modo que cualquier persona puede potencialmente padecer una infección grave o compleja que requiera una atención especializada.

Por otro lado, en nuestro país no disponemos de forma homogénea de servicios de microbiología activos 24 horas, siete días a la semana (24/7). Ello impide establecer con rapidez la clasificación de los pacientes, optimizar el tratamiento y establecer circuitos de ingreso y aislamiento. La reducción del tiempo hasta el diagnostico mediante el uso de técnicas de diagnóstico rápido, permite optimizar el manejo de los pacientes con enfermedades infecciosas y mejorar su pronóstico.  El uso de estas pruebas es también clave para reducir el uso innecesario de antibióticos de  que es un factor clave para evitar la aparición resistencias.

España ejercerá en 2023, la presidencia de la Unión europea. En fechas tan simbólicas, resultaría incomprensible que España continuara siendo una insólita excepción en Europa en su forma de concebir la lucha contra las enfermedades infecciosas. Deseamos que 2023 sea el año en el que se normalice la formación en EI, mediante el reconocimiento de la especialidad y en el que dispongamos de forma homogénea de servicios de microbiología con actividad 24/7.