Sumar confirma su apuesta total por la sanidad

Ademas de la cartera sanitaria de Mónica García, se hace con la presidencia de la comisión de sanidad del Congreso que ostentará Agustín Santos.

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SUMAR ha pasado de ser un espectador de la sanidad, sin poder de decisión a nivel ejecutivo, a dirigir la misma en el Ejecutivo con Mónica García como ministra de Sanidad y presidir la comisión del ramo en el Congreso de los Diputados. Una comisión que será exclusiva de Sanidad y que antes compartía asuntos con Consumo.

El nuevo presidente, Agustín Santos, es persona de confianza de Yolanda Díaz y de carrera diplomática, habiendo sido embajador en la ONU. La portavocía de SUMAR recae en Rafael Cofiño, diputado con experiencia en asuntos de salud pública.

En la anterior legislatura el principal partido de la oposición, el Partido Popular, contaba con la presidencia de la comisión de Sanidad en la persona de Rosa Romero, actualmente en el Senado.

Ni socialistas ni populares estarán ahora al frente de ninguna de las dos instituciones, ni ministerio ni comisión del Congreso, y entra en escena SUMAR. No obstante, el PP controlará la comisión de Sanidad en el Senado con su mayoría absoluta de la Cámara Alta.

Sumar no es Podemos

El interés de la formación magenta por la gestión política de la sanidad se confirma de esta manera, y augura una nueva etapa, aún por discernirse. En este sentido, la ausencia de poder territorial de los de Yolanda Díaz, en manos de las CC.AA. de otros partidos, podría ocasionar la recentralización de algunas competencias que podrían dar más capacidad de acción política a SUMAR. Para llevar a cabo esta recentralizacion podrían aplicar un régimen sancionador a las CC.AA. que fueran díscolas con las pautas marcadas por el ministerio de sanidad.

El poder territorial está en manos del Partido Popular y sus acuerdos (12), del PNV y Esquerra Republicana (2) y de gobiernos socialistas y sus apoyos (3). SUMAR no participa en el poder territorial y por ello su influencia sanitaria vendrá tanto como partido de la coalición de gobierno como por su cartera ministerial.

Durante la anterior legislatura, las posiciones del espacio político de izquierda que incluye SUMAR estaban representadas por Podemos y su coaliciones. Pero Podemos es ahora un partido más de la confluencia transversal magenta. Por ello, desde el entorno de SUMAR se sostiene que se abre una nueva etapa y las posturas políticas las determinará SUMAR.

En este sentido, las opiniones sanitarias de Podemos podían provocar inquietud en el sector sanitario en su conjunto. Asuntos que han suscitado dicha inquietud en el pasado incluyen la aversión hacia las colaboraciones público-privadas o la creación de una gran empresa nacional farmacéutica.

Sin embargo, SUMAR no asume los postulados pasados de Podemos, y todo es revisable bajo esta perspectiva. Además, muchas de estas cuestiones tienen un gran desacuerdo en el resto del arco parlamentario. Por citar un ejemplo, ERC no dará un paso para cambiar su sanidad basada en la cooperación público-privada más desarrollada del país, que se produce en Cataluña.

Lo que sí sabemos es que la ministra de sanidad, Mónica García, no necesita los seis meses de rigor para conocer cómo funciona la sanidad, el tiempo estimado cuando se es ajeno al sistema. Las prioridades sanitarias que afronta el país, las CC.AA y el sector en su conjunto, llevan años sin ser resueltas ni abordadas de manera eficaz por los anteriores cinco ministros y ministras de Sanidad. Los primeros indicios muestran interés del Ministerio de Sanidad por avanzar en asuntos como las especialidades (infecciosas y urgencias) y la salud mental. También se observa el reconocimiento explícito del secretario de Estado, Javier Padilla, a la labor de la DG de cartera común y Farmacia, con César Hernández al frente.

Si va a haber iniciativas políticas novedosas, sería deseable que se centraran en resolver los problemas con el máximo consenso. Un consenso que será imprescindible, aunque difícil tanto en el Consejo Interterritorial del SNS como en la comisión de Sanidad. En el CISNS la dificultad, si no hay diálogo y acuerdos, vendrá por la abrumadora mayoría de los populares en dicho órgano. En la comisión de Sanidad, por su lado, la dificultad estará en la aritmética parlamentaria, porque la coalición de Gobierno suma menos diputados que la oposición del PP y VOX. Y la balanza la inclinarán formaciones con posiciones sanitarias de distinto enfoque, especialmente las de los Gobiernos del País Vasco y Cataluña.

La presidencia de la comisión

Las responsabilidades de las presidencias de las comisiones del Congreso pueden cambiar con el tiempo al estar sujetas al reglamento interno del mismo. Desde la presidencia que ostentará el diputado Agustín Santos se dirigirán las sesiones, asegurando el orden y la participación equitativa de los miembros así como la transparencia de la misma.

La presidencia coordina con los miembros el orden del día de las reuniones, gestionando y controlando el debate y garantizando que se respeten los tiempos asignados. La presidencia de la comisión actúa como representante de la comisión en cuestiones relacionadas con la salud, tanto dentro como fuera del Congreso. También tiene la capacidad de colaboración con otros órganos del Congreso, así como con expertos y partes interesadas externas en el ámbito de la salud.