Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España, causando más de 120.000 fallecimientos al año según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Estas son potencialmente evitables a través del adecuado manejo de los factores modificables de riesgo cardiovascular, como el colesterol elevado.

“Uno de los elementos más importantes, pero de los peor controlados, incluso entre los pacientes que ya han presentado enfermedad cardiovascular”, apunta Raquel Campuzano, presidenta de la Asociación de Riesgo Cardiovascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

Así lo corrobora un estudio de la SEC y Sociedad Española de Aterosclerosis, patrocinado por Daiichi Sankyo España, titulado Observatorio del manejo del Paciente Dislipémico en España. El análisis ha presentado sus datos preliminares en el Congreso SEC de la Salud Cardiovascular:

A nivel nacional, solo un 36 por ciento de los pacientes con hipercolesterolemia se encontraba controlado de acuerdo con las cifras de colesterol LDL (colesterol “malo”) marcadas por las últimas Guías Europeas de Práctica Clínica.

“Lo más llamativo es que, al estar las competencias de sanidad transferidas a las comunidades autónomas y, por tanto, usando estrategias de reducción del C-LDL distintas, hemos identificado notables diferencias interterritoriales en el grado de control de la dislipemia”, apunta Campuzano.

Las variaciones oscilan entre el 65 por ciento de pacientes controlados en Navarra y el 19 por ciento en la Región de Murcia.

Colesterol entre regiones

Para el estudio, coordinado por Pedro Valdivieso y Juan Cosín, se contó con la colaboración de 253 médicos, que aportaron datos agregados de 2.520 pacientes (54 por ciento prevención secundaria, 12 por ciento hipercolesterolemia familiar, 47 por ciento diabetes mellitus y 24 por ciento con insuficiencia renal crónica). La representatividad de las reuniones multidisciplinares por comunidades autónomas fue proporcional a la de la población general sobre el total de la población española.

La distribución de pacientes según el riesgo cardiovascular sí fue equilibrada entre regiones, encontrando principalmente pacientes de alto o muy alto riesgo en todas las comunidades autónomas.

Las cifras adecuadas de colesterol LDL en sangre son menos de 116 mg/dL para pacientes de bajo riesgo cardiovascular (RCV), inferiores a 100 mg/dL para pacientes de moderado RCV, por debajo de 70 mg/dLpara pacientes de alto RCV, y menos de 55 mg/dLpara pacientes de muy alto RCV.

Distribución de pacientes según el riesgo de cardiovascular (RCV)/SEC

Tal y como apunta la especialista, “el control de los niveles de colesterol es fundamental para preservar la salud”. Se trata de uno de los factores que más impactan en la enfermedad cardiovascular a nivel mundial, asociándose de forma lineal con el riesgo cardiovascular al ser responsable del 42 por ciento de la carga de mortalidad por esta causa, tal y como indica el Global Burden of Disease Study 2017 y Quality of Care and Clinical Outcomes, 2020 publicados en European Heart Journal.

“A la luz de los resultados de este estudio, vemos imprescindible promover acciones para cubrir las necesidades no cubiertas, mejorar el control de la dislipemia y alcanzar objetivos, especialmente en aquellas regiones que han mostrado menor grado de control”, requiere Campuzano.

Qué es y cómo prevenir su exceso

El hígado fabrica el 80 por ciento del colesterol que hay en el organismo, mientras que el 20-25 por ciento restante se obtiene a través de la ingesta de alimentos de origen animal, ricos en grasas saturadas. Este porcentaje es el escaso margen disponible para controlar tanto la cantidad total de colesterol, como la proporción de colesterol HDL (“bueno”) y la de colesterol LDL, presentes en el organismo. Para lograr mantener las cifras deseadas de colesterol, la SEC recomienda tomar las siguientes medidas:

  • Practicar ejercicio físico de forma regular
  • Limitar la ingesta de grasas saturadas presentes en alimentos con grasa de origen animal
  • Evitar el consumo de productos procesados
  • Consumir una dieta rica en verduras y frutas, pescado azul, aceite de oliva y frutos secos con moderación
  • Abandonar el tabaquismo
  • Tomar la medicación si así lo ha prescrito el médico