Este miércoles la ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunciaba que se había cumplido el objetivo de vacunar al 70 por ciento de la población España contra la COVID-19. Un hito que se atribuye al esfuerzo realizado entre a todos los agentes involucrados en la investigación y desarrollo de vacunas, así como a los actores implicados en las estrategias de vacunación.

España, como recordaba Raúl Ortiz de Lejarazu, director emérito del Centro Nacional de Gripe, en el ‘VII Encuentro de actualización y nuevas aproximaciones en vacunas”, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, “es un país con larga tradición de vacunación”. El experto atribuye los éxitos en vacunación a entidades como la Asociación Española de Vacunología (AEV), la Asociación Española de Pediatría (AEP) o el Consejo Interterritorial de Vacunas entre otras; pero a pesar de los logros, Ortiz de Lejarazu apunta a retos como “cambiar el calendario vacunal del niño y el adulto”.

Respecto a la COVID-19, considera que también estamos en el buen camino ya que “las vacunas desarrolladas son buenas” aunque puntualiza que “las de segunda o incluso tercera generación serán mejores”, lo que será fundamental en la lucha contra la pandemia. Y otra de las claves que aportaba Ortiz de Lejarazu para acabar con la pandemia de manera eficaz, era la necesidad de lograr “vacunas termoestables con las que sea posible llegar a todo el mundo”.

Desde un prisma más positivo Fernando Moraga, vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología, aludía a los efectos ya visibles de la vacunación; “las consecuencias en mortalidad e ingresos a día de hoy no tienen nada que ver a las de hace un año y eso es exclusivamente por el papel de las vacunas”, aseveraba.

Valor de las vacunas

Ana Hernando, directora de Relaciones Institucionales del Área de Vacunas de GSK resaltaba el valor que han tenido las vacunas a lo largo de toda la historia, incidiendo en el momento actual. “Es un milagro que solo 65 días después de la secuenciación del genoma tuviéramos la primera vacuna en pruebas humanos y llegar en tan poco tiempo hasta el punto en que” estamos ahora. Para Hernando, esto es fruto de “la colaboración publico privada y el diálogo entre todos los agentes”. “De esto también deberemos aprender para extraer aprendizajes que nos sirvan en el futuro”, consideraba.

Hernando subrayaba la importancia de la I+D para poder acelerar los procesos, consecuencia de los avances de las últimas décadas. “La aceleración y acortamiento de plazos para las evaluaciones, la inversión pública que se ha realizado y las gestiones que se llevan haciendo desde hace dos o tres décadas, y que han hecho pasar de las vacunas “analógicas” basadas en el cultivo de virus vivos a las “digitales” basadas en las nuevas tecnologías que se usan ahora”, han sido algunos de los puntos clave para lograrlo en palabras de Hernando.

Pero no todo es COVID. Hernando precisaba que actualmente en GSK trabajan en cuatro vacunas para este coronavirus, pero también para virus respiratorio sincitial y otros patógenos multirresistentes que pueden suponer “una amenaza para la salud global”. Asimismo, Hernando resaltaba que “en los próximos años también se verán avances en malaria; se ha visto que combinar la vacuna frente a tratamientos antipalúdicos puede disminuir notablemente los casos”.

Papel de los organismos regulatorios

Agustín Portela, jefe del Servicio de Biotecnología en el departamento de Medicamentos de Uso Humano. AEMPS, detallaba que aunque la EMA ha coordinado la labor evaluadora, “quien ha hecho el mayor trabajo para que estén disponibles las vacunas son las agencias nacionales”. Aun así, ponía en valor “el liderazgo de la Unión Europea y el de la EMA en la parte técnica” tildándolos de clave para coordinar la llegada de las vacunas a la población.

Pero Portela planteaba que, más allá del trabajo individual de cada parte, “ha sido clave la interlocución entre todos los actores”. También resaltaba que ha habido aspectos clave como “la adaptación de criterios en base a esta situación específica”, refiriéndose por ejemplo a los criterios fijados en el diseño de los ensayos. Portela ejemplificaba esto con la disminución del número de personas a reclutar para cada fase del ensayo, pero asegurando que “se fijaron unas cifras que garantizasen una muestra fiable”.

También Portela se refería a algunos de los retos, como la vacunación en menores de 12 años sobre la que indicaba “Moderna y Pfizer ya tienen ensayos en marcha al respecto”. Cabe destacar, como explicaba el experto, que “en este grupo se está inmunizando con dosis de ARNm inferiores a las usadas en adultos para reducir la reactogenicidad”. Otro desafío es “identificar parámetros subrogados de protección” ya que como apuntaba Portela, “cada persona reacciona a las vacunas de una manera diferente”; además, añadía que esto sería útil para “desarrollar más vacunas y tratamientos eficaces en base a los mismos”.

Inversión en vacunas

“En España, la inversión en I+D es mucho más baja que en otros países, seguimos a la cola de Europa”, advertía Javier Díez Domingo, director del Área de Investigación en vacunas de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO). Esto, según exponía, dificulta abordar algunos de los retos que se atribuye en las nuevas vacunas que se están desarrollando contra diferentes patógenos como pueden ser “la inmunosenescencia, el escape inmunológico, las nuevas pandemias y las resistencias bacterianas”.

Por otra parte señalaba que si algo ha puesto de manifiesto la pandemia es que “a nivel médico y social hay muchas oportunidades de mejora”. En este sentido, abogaba por “hacer que mejore la aceptación de las vacunas en adultos”. para lograrlo planteaba que “hay que hacer un cambio de mentalidad en la población”. Uno de los obstáculos que Díez Domingo consideraba que hay que superar es que “cada vez hay más tendencia al terraplanismo y negación de las vacunas; se debe realizar una actuación conjunta de todos los actores para trasladar esta nueva dimensión de la vacunación y conseguir tasas de cobertura más altas”.

Esta intención de llegar con las vacunas cada vez a más personas, independientemente del grupo poblacional al que pertenezca también tiene un retorno económico. En palabras de Amós García rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, “está claro que las vacunas son una inversión eficiente”. El problema que exponía García Rojas, volviendo a la idea inicial del discurso de Díez Domingo es que “hay que contar con presupuesto suficiente para adquirirlas, para lo que es necesario atender a los beneficios que reportan”.


También te puede interesar…