J. V. / Madrid | martes, 11 de octubre de 2016 h |

La obesidad es uno de los problemas sanitarios de mayor magnitud al que se enfrenta la población española. Las cifras que se manejan hablan de que alrededor de un 20 por ciento de los mayores de 18 años presenta obesidad en nuestro país. Un dato que aumenta si se contempla también el sobrepeso (53 por ciento: 36 por ciento sobrepeso y 17 por ciento obesidad).

Hasta el momento, los especialistas tenían “pocos recursos farmacológicos” para aconsejar a sus pacientes más que orlistat (Xenical, de Roche), como asegura Javier Salvador, director del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra (CUN).

Ahora, liraglutida 3.0 mg (Saxenda, de Novo Nordisk) cubre ese hueco que hasta ahora estaba vacío, explica el experto, quien subraya que este medicamento actúa directamente en el comportamiento alimentario. Interviene en los mecanismos de control del apetito, aumentado la sensación de saciedad, ralentizando el vaciado de estómago y, por tanto, reduciendo el hambre.

A su vez, Susana Monereo, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Gregorio Marañón, hace hincapié en que la obesidad es una enfermedad en sí misma y, además, es un factor de riesgo para la aparición de otras patologías. De las diferentes comorbilidades asociadas, la experta menciona la diabetes tipo 2, la enfermedad cardiovascular, la presión arterial elevada o la apnea obstructuva del sueño. En este sentido, ambos especialistas destacan el mecanismo de acción de este análogo del GLP-1, similar en un 97 por ciento con el GLP-1 humano. La administración de una dosis diaria de este medicamento por vía subcutánea permite modular el comportamiento alimentario, ya que al generar una sensación de saciedad, será más sencillo para los pacientes acoplarse al plan de alimentación previamente propuesto por un especialista.

Sin duda, lo que ambos resaltan es que este tratamiento ha de combinarse con una alimentación adecuada y ejercicio físico. Asimismo, precisan que de la misma forma que la obesidad es una patología crónica, también lo es el tratamiento que ya está disponible en España, aunque no cuenta con financiación.

En los ensayos clínicos, se ha observado que nueve de cada 10 personas con obesidad logran bajar de peso. En concreto, tres de cada cinco personas perdieron el cinco por ciento o más de su peso corporal, un tercio perdió más del 10 por ciento y una de cada siete, más del 15 por ciento. Otro de los datos que resaltan los expertos es que el 69 por ciento de las personas con obesidad y valores elevados de glucosa en sangre que se trataron con este fármaco, volvieron a una situación de normoglucemia.