Cada año se detectan en España alrededor de 13.000 casos de cáncer ginecológico1,2, siendo el cáncer de ovario la principal causa de mortalidad de este tipo de cánceres2. El cáncer de ovario puede ser un tipo de tumor muy agresivo3, con una mortalidad cercana al 50%2,4 ya que con frecuencia se detecta en fases avanzadas de la enfermedad5.

En el Día Mundial del Cáncer Ginecológico, dos expertos recuerdan a GACETA MÉDICA que el dolor es uno de los síntomas de mayor impacto en la paciente con cáncer de ovario.

El cáncer de ovario es un tipo de tumor con síntomas inespecíficos como malestar o dolor abdominal, náuseas, diarrea, estreñimiento, pérdida del apetito o sangrado vaginal anormal, lo que dificulta mucho su diagnóstico precoz. Santiago González, oncólogo médico del Complejo Hospitalario Universitario de Cáceres señala que “por desgracia, el cáncer de ovario suele diagnosticarse en formas avanzadas. Muchas veces la forma de presentación es en forma de ascitis y que, si es masiva, implica un aumento del perímetro abdominal de forma importante y dolorosa. Se estima que hasta un 60% de las pacientes con cáncer de ovario pueden llegar a presentar dolor a lo largo del curso de su enfermedad6”.

“Además, no solo duele la enfermedad, sino que duelen los efectos secundarios de los tratamientos recibidos”

Pilar Barretina, oncóloga médica del Hospital Universitario Dr. Josep Trueta (ICO Girona)

La realidad es que un 75% de las mujeres son diagnosticadas en fases avanzadas5, lo cual afecta de forma importante al pronóstico y evolución de la enfermedad. “En fases más avanzadas de la enfermedad, puede haber afectación de estructuras pélvicas y retroperitoneales que pueden ser muy dolorosas. Además, uno de los últimos procesos que puede sufrir la paciente es la obstrucción intestinal y eso también puede llegar a ser muy doloroso”, añade González.

Un síntoma invalidante

Asimismo, la calidad de vida de las pacientes se ve mermada por el dolor debido a que constituye un síntoma incapacitante. “El dolor es un síntoma invalidante que recuerda a la paciente cada segundo del día que padece esta enfermedad. Además, puede dar lugar a síntomas secundarios como la ansiedad y el insomnio”, puntualiza el oncólogo del Complejo Hospitalario Universitario de Cáceres.

En concreto, una de las formas de dolor más difíciles de controlar en estas pacientes es el dolor irruptivo oncológico (DIO). “A veces las pacientes se quejan de dolor, pero no se han planteado cómo se ha originado, si les duele siempre o si es sobrevenido. Hay que indicarles que no es lo mismo tener un dolor continuo o un dolor que se presenta en picos para elaborar una estrategia de abordaje e incluso prevenirlo”, subraya Barretina.

“El dolor es un síntoma invalidante que recuerda a la paciente cada segundo del día que padece esta enfermedad”

Santiago González, oncólogo médico del Complejo Hospitalario Universitario de Cáceres

“Hay que preguntar específicamente por este dolor. Es decir, si además del dolor continuo, hay picos que aparecen por el día, cuánto duran y qué puede desencadenarlos”, coincide González. “En muchas ocasiones, las pacientes minimizan el dolor por priorizar otras características de la enfermedad“, continúa la oncóloga del ICO. En este sentido, los especialistas coinciden en que las pacientes deben entender como prioritario el control de su dolor y “deben quejarse”.

“Hay que disponer de tiempo en la consulta para hacerle ver que no por tener cáncer debe asumir que tiene dolor y que podemos ayudarle a mejorar su calidad de vida”, defiende la oncóloga. En ese sentido, González resalta que es clave que una paciente aprenda a quejarse ‘bien’ del dolor; de forma precisa respecto a sus características: localización, intensidad, duración, mecanismo desencadenante… “Eso nos ayudará a adaptar el tratamiento y los efectos secundarios”, añade.

“Una persona con este tipo de dolor debe saber que este dolor se puede tratar, que tenemos medidas farmacológicas y no farmacológicas para intentar que afecte lo menos posible a su calidad de vida”

Pilar Barretina, oncóloga médica del Hospital Universitario Dr. Josep Trueta (ICO Girona)

La evolución del abordaje

El abordaje del dolor en el cáncer de ovario debe basarse en un equipo multidisciplinar que ofrezca una atención integral. “Por fortuna, disponemos desde hace varios años de formulaciones de liberación rápida. Los fentanilos transmucosos permiten una acción rápida de la analgesia, de corta duración y baja toxicidad. No podemos negarle a la paciente la oportunidad de controlar el dolor en esos términos”, resalta González sobre el abordaje del DIO.

De igual manera, hay que concienciar a los pacientes. “Una persona con este tipo de dolor debe saber que este dolor se puede tratar, que tenemos medidas farmacológicas y no farmacológicas para intentar que afecte lo menos posible a su calidad de vida”, añade Barretina.

Referencias

  1. Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Las cifras del cáncer en España 2021. Disponible en: https://seom.org/images/Cifras_del_cancer_en_Espnaha_2021.pdf.
  2. Global Cancer Observatory 2020. Disponible en:
    https://gco.iarc.fr/today/data/factsheets/populations/724-spain-fact-sheets.pdf
  3. Akers S. Treating Aggressive Ovarian Cancer. Oncology Times 2018, 40(6):18-21.
  4. World Ovarian Cancer Coalition ATLAS 2020. Global trends in incidence, mortality, and survival.
  5. Doubeni CA, Doubeni AR, Myers AE. Diagnosis and Management of Ovarian Cancer. Am Fam Physician. 2016 Jun 1;93(11):937-44
  6. Batt, K., & Smith, C. (2013). Palliative care of ovarian cancer. In L. Deligdisch, N. Kase, & C. Cohen (Eds.), Altchek’s Diagnosis and Management of Ovarian Disorders (pp. 443-454

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