Que los fondos REACT-EU y su consecuente impacto dentro de Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) son una palanca importante para impulsar el desarrollo y mejora del Sistema Nacional de Salud (SNS) es una realidad que no escapa a nadie. Sin embargo, el desembolso en según qué proyectos varía en función de la comunidad y los planes previstos a financiar por cada una. En este sentido, en Cantabria se ha decidido hacer prácticamente un ‘todo al cáncer’ y dedicar una gran parte del montante previsto por estas ayudas en la autonomía a la creación del futuro centro de protonterapia en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.

No en vano, la cantidad dedicada asciende a cerca de 46 millones de euros para financiar un enclave público al 100 por ciento, lo que equivale además a más de la mitad del dinero que la autonomía prevé ingresar por caudal europeo. Al frente del importante proyecto se sitúa Pedro Prada, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica de Valdecilla. “Tener un centro de protones en un sistema público abre el tratamiento a todo el país, porque la llegada de pacientes puede ser de cualquier CC.AA”, destaca.

Miguel Rodríguez visita el servicio de Oncología Radioterápica de Valdecilla. Imagen de archivo. Fuente: Consejería de Sanidad Cantabria.

Pero, ¿qué beneficios reporta esta técnica frente al abanico de opciones terapéuticas ya existentes? Según Prada, su característica fundamental es que “somos capaces de depositar altas dosis de radiación muy puntualmente en el tejido tumoral de tal forma que no hay salida de haz. Es decir, donde tú lo depositas, queda allí y no atraviesa el organismo como hacen los fotones”.

De forma resumida, esto posibilita irradiar de forma considerable la zona afecta, sin dañar el tejido sano. En consecuencia, la eficacia del tratamiento es alta “porque los tumores suelen ser dosis-dependientes y al no tratar tejido sano, no tenemos efectos secundarios en él”, apunta el experto, quien también lo define como un gran ejemplo del avance de la medicina de precisión. “No hay tratamiento más personalizado que ser capaz de tratar, en esa persona concreta, solo el tumor donde está situado y no ser agresivo con ninguno estructura sana que esté alrededor”, indica.

“Con la protonterapia somos capaces de depositar altas dosis de radiación muy puntualmente en el tejido tumoral, de tal forma que no hay salida de haz […] sin dañar el tejido sano”

Pedro Prada, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica de Valdecilla

Uno de los grandes beneficiados son los tumores cerebrales de los niños, debido a “que los trastornos que puedes hacer por irradiar tejido sano tiene mucha trascendencia en el futuro”. Asimismo, los tumores cerebrales de los adultos se benefician de esta técnica. Pero se está viendo también que otro gran campo es el de las reirradiaciones en los pacientes que se han sometido a un tratamiento radiológico previo porque su tumor “ha crecido en el borde del campo de tratamiento”.

Según el jefe de servicio del hospital cántabro, “todos se benefician de lo mismo: capacidad de dar dosis localizada, con lo cual las complicaciones son mucho menores que si tuvieses que emplear la misma técnica de reirradiación que habías utilizado en un principio”. También se ven favorecidos los tumores digestivos ya que irradiar un abdomen y tumores internos, “es complicado por todas las estructuras que hay”, así como el cáncer de mama, “que está al lado del corazón”.

Así es el proyecto Valdecilla

Miguel Gutiérrez, consejero de Sanidad de Cantabria, referenció el pasado febrero que espera que el proyecto culmine en “dos años”, momento en el que estaría listo el centro de protonterapia en la comunidad. De hecho, se encuentra ya en una etapa considerablemente avanzada, tal y como indica a esta publicación Prada. “La consejería tiene los pliegos para la licitación, que se hará a lo largo del mes que viene o el siguiente; licitarlo y adjudicar la unidad. Todo el proyecto arquitectónico ya está hecho y también los sondeos del suelo donde va la unidad, por lo que que hay trabajo adelantado”, señala.

Según el especialista, el centro de Valdecilla contará con dos búnkeres: uno de ellos será en el que se sitúe la unidad asistencial, donde se van a trasladar pacientes; el segundo, será una sala de investigación en la salida de protones. “Esa segunda sala podría convertirse en un futuro también en otra sala de tratamiento”, añade.

Exterior del Hospital Marqués de Valdecilla.

El hecho de que la protonterapia sitúe su base en el hospital cántabro no es causa de azar, ya que Prada califica al servicio de oncología radioterápica de Valdecilla como “probablemente el servicio más dotado de todo el país”. Además de las dos salas, el responsable del centro precisa que también se contará con una sala de reanimación, ya que “habrá niños que haya que anestesiar, va a contar con un pediatra y con un anestesista”. “Va a tener un pack propio solo para protones, una resonancia, despachos médicos, físicos, los de los ingenieros…”, explica.

Del mismo modo, habrá distintas salas de investigación “porque habrá un laboratorio de cultivos biológicos“. Precisamente, en el ámbito investigador se va a hacer colaborará de forma estrecha con la Universidad de Cantabria; “de hecho, nos han puesto 35 proyectos de investigación encima de la mesa“, detalla Prada.

Por otra parte, también se contará con un anfiteatro y varias salas docentes. De esta manera, Valdecilla se enmarcará también dentro de este proyecto como instructor y centro de formación de todos los profesionales para protones del país.

De dónde venimos…

Los protones representan una tecnología relativamente ‘reciente’ cuyo principal hándicap ha sido acometer el diseño de unidades adaptables para realizar tratamientos habituales. “Años atrás eran grandes naves que no eran prácticas para la práctica habitual diaria de los tratamientos radiológicos. Ahora se ha conseguido que se hagan unidades accesibles para poder aplicar tratamientos diarios a los pacientes”, precisa Prada, quien explica que el aparataje que había “no posibilitaba hacer tratamientos sistemáticos y continuos: la tecnología era un problema”.

En este sentido, ello ha supuesto un antes y un después en cuanto a lo que se ha conseguido en los últimos años para adaptar esa tecnología de forma global en todo el mundo. De forma paralela, en España, “empezaron a funcionar hace un año dos entidades privadas en Madrid“. “En estos momentos, los pacientes que han necesitado un tratamiento de protones o bien acuden ahí por convenios con la Seguridad Social, o las CC.AA también pueden derivarlos a donde lo hacía antes el Ministerio, que es fuera de nuestro país”.

Por otra parte, el costo desmedido que suponía una unidad también ha sido siempre uno de los grande peros, pues este podía rondar en torno a los 200 millones de euros. “Eran cosas que, lógicamente, se salían de la norma y tampoco tenían aplicabilidad en la práctica diaria, pero esos dos inconvenientes se han terminado salvando”.

… Y hacia dónde vamos

No obstante, la protonterapia es todavía hoy un tratamiento caro y costoso, ya no solo por el montaje, si no por el propio tratamiento individual de cada paciente. A este respecto, el oncólogo augura que lo “lógico” sería avanzar hacia un modelo de centro de referencia para hacer esta tecnología plausible y viable en todos los territorios. “Habría que plantear una expectativa de cuántas unidades debería haber en nuestro país y tener centros de referencia puntuales a los que se dirijan los pacientes según las zonas”. 

Además, Prada defiende la poca practicidad a futuro de centro específicos de protonterapia en todas las CC.AA con otro argumento. “El personal que hace esos tratamientos es un personal especializado: cuanto más práctica acumule y sean centros con mayor número de tratamientos hechos, mejor”.

“Habría que plantear una expectativa de cuántas unidades debería haber en nuestro país y tener centros de referencia puntuales”

Pedro Prada, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica de Valdecilla

Del mismo modo, en el horizonte planea el interrogante sobre cómo se gestionará la demanda de este técnica en España, toda vez que Valdecilla se sitúe como bastión nacional. Tal y como explica el experto, la tendencia es a que sean las comunidades las que determinen la indicación y se hagan cargo del tratamiento. Por eso, “nosotros hemos hablado con las CC.AA de alrededor, con las que tenemos convenios para otros tratamientos como la braquiterapia y ellas, y las hemos querido tranquilizar”.

Así, Prada explica que las indicaciones van a ser las que ha marcado Sanidad y, además, “vamos a dar opción para que puedan entrar en uno de los planificadores de protones que tendremos disponible para eso”. Gracias a ello, a través de una sala de videoconferencia, si hacen la indicación de un paciente “podrán ver claramente si realmente se beneficia de los protones frente a los tratamientos que disponen en su comunidad”.

En definitiva, una suerte de representación virtual de lo que ocurriría si haces un tratamiento con protones o con fotones. Por ello, Prada asegura que “ellos mismos podrán ver las ventajas, con lo cual la indicación va a ser totalmente correcta“. “No se trata de forzar indicaciones, si no de hacer la indicación que realmente va a beneficiar al paciente”, valora.


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