Los resultados del estudio TITAN, presentados durante simposio de Cáncer Genitourinario de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO GU), han demostrado que apalutamida (Erleada, Janssen) mejora significativamente la supervivencia global (SG) en pacientes con cáncer de próstata hormonosensible metastásico (CPHSm).

Este fármaco está disponible en España desde el 1 de febrero para el tratamiento de los pacientes con cáncer de próstata resistente a la castración no metastásico (CPRCnm) con alto riesgo de desarrollar metástasis y CPHSm.

Iván Henríquez, oncólogo radioterápico del Hospital San Joan de Reus.

Estudio TITAN

Con casi cuatro años de mediana de seguimiento, los datos del análisis final del estudio fase 3 TITAN confirman que apalutamida en combinación con la terapia de privación androgénica (TPA) proporciona una mejora estadísticamente significativa de la SG, con una reducción del 35% del riesgo de muerte en comparación con la TPA en pacientes CPHSm.

“Apalutamida retrasa la resistencia a la castración, mantiene la calidad de vida y presenta un perfil de toxicidad bajo”, explica a GACETA MÉDICA Iván Henríquez, oncólogo radioterápico del Hospital San Joan de Reus, quien especifica también que los pacientes del grupo placebo que reciben apalutamida presentan una disminución del riesgo de muerte del 48%.

Estudio SPARTAN

Por su parte, los datos del estudio SPARTAN, presentados anteriormente en ASCO, mostraron que en los pacientes con CPRCnm tratados con apalutamida retrasa la aparición de metástasis en más de 2 años vs TPA en monoterapia, alcanzando una mediana de 40,5 meses de supervivencia libre de metástasis (SLM) y reduciendo en un 72% el riesgo de progresión o muerte.

“Del estudio SPARTAN hay que destacar dos aspectos importantes: un aumento de la SLM y un aumento de la SG para pacientes tratados con apalutamida y un análogo LHRH en pacientes con cáncer de próstata resistente a la castración no metastásico CPRCnm“, subraya el oncólogo radioterápico.

La mediana de supervivencia global fue superior a los 6 años. “Hay que añadir, una vez más, que el perfil de toxicidad de apalutamida en este subgrupo de pacientes es muy bajo. Es decir, los pacientes toleran muy bien el fármaco”, puntualiza el experto.

Administración por vía oral

Estos resultados son posibles gracias al triple mecanismo de acción de apalutamida, que es capaz de reducir la proliferación de las células tumorales e incrementar la apoptosis consiguiendo una potente actividad antitumoral. “Es un antiandrógeno de segunda generación que actúa a diferentes niveles: es un inhibidor potente del receptor androgénico (RA), inhibe la translocación y transcripción del RA a nivel del núcleo y presenta un efecto antagonista del RA”, añade Henríquez.

Asimismo, se administra por vía oral mediante una sola toma al día con o sin alimentos. “La vía de administración es muy importante en cualquier fármaco que utilicemos para tratar el cáncer de próstata. La vía oral es la menos agresiva de todas (a diferencia de la IM, subcutánea o intravenosa) y podemos garantizar que el paciente se tome el medicamento sin ningún problema”, argumenta el especialista.