Subanálisis y “refritos” protagonizan una edición descafeinada del congreso americano, que termina sin presentar grandes novedades.
| 2009-11-20T16:30:00+01:00 h |

E. Sainz Corada

Madrid

La de este año no ha sido, sin duda, la mejor edición del congreso de la American Heart Association (AHA). Al notable descenso en su audiencia (datos no oficiales hablan de menos de 20.000 asistentes), se le ha sumado la práctica ausencia de estudios importantes, siendo las principales novedades presentadas este año en Orlando análisis de trabajos previos (Júpiter, Relay…) o resultados ya hechos públicos con anterioridad, la mayor parte en la cita europea.

“Las hot lines eran refritos de estudios previos, de subgrupos, y no trabajos originales presentados por primera vez. Aquí prácticamente ya todo se había vendido en el europeo”, asegura Carlos Macaya, presidente de la Sociedad Española de Cardiología.

La “única novedad”, a decir de este experto, la ha constituido la presentación de los resultados con el nuevo antiagregante plaquetario cangrelor. Así los estudios Champion-PCI (con 8.877 pacientes) y Champion-Platform (con 5.362), no demuestran un claro beneficio del fármaco, de administración intravenosa sobre el clopidogrel, un antiagregante oral (7,5 por ciento frente a 7,1 respectivamente), unos resultados que se han achacado a errores en el diseño de los ensayos.

“Los resultados han sido neutros —explica Macaya— y las razones que argumentan son diversas, como el diseño del estudio. Lo que se plantean es incluso repetirlos pero añadir el antiagregante oral antes de suspender la infusión antiagregante por vía intravenosa y hacer un solapamiento de los dos”.

También se presentaron datos del estudio Plato (hechos ya públicos en el congreso europeo) con otro antiagregante, ticagrelor, en pacientes con infarto de miocardio con elevación del segmento ST. El subanálisis demostró que, comparado con clopidogrel, el tratamiento con ticagrelor resultaba en una reducción de los acontecimientos cardiovasculares (muerte por causa CV, infarto de miocardio e ictus) durante un periodo de hasta un año (ticagrelor 9,3 por ciento frente al 11 por ciento de clopidogrel), sin que se incrementen las hemorragias. “Como ya se demostró con anterioridad en pacientes que se someten a procedimientos invasivos, y ahora en personas con este tipo de infarto, los resultados son coherentes con la reducción de acontecimientos CV sin aumento en la aparición de hemorragias importantes que se observa en el ensayo en general”, explicó Gabriel Steg, del Hospital Bichat, Assistance Publique-Hopitaux de París.

En el área de las estatinas lo más novedoso fue un ensayo comparativo entre ezetimibe y niacina (Arbiter 6-Halts, publicado simultáneamente en New England Journal of Medicine) en pacientes con hiperlipidemia que concluye que la niacina añadido a las estatinas aumenta el colesterol HDL y tiene incluso un efecto mayor que las estatinas con ezetimibe.

Bari 2

Por último el Bari 2 (Bypass angioplasty revascularization investigation), con pacientes con diabetes tipo 2 poco sintomáticos y cinco años de seguimiento, demostró que aquellos que se revascularizan con cirugía o angioplastia tienen mejor calidad de vida, si bien no disminuye la mortalidad. “En él se comparaban las ventajas de hacerlo o no y si ello mejoraba la esperanza de vida. Esto no se pudo demostrar (que morían menos) pero sí que los pacientes tienen más calidad de vida”, concluye Macaya.