13er CONGRESO NACIONAL DE PSIQUIATRIA

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| lunes, 26 de octubre de 2009 h |

i. fernández

Madrid

España dedicaba un 4,5 por ciento del presupuesto sanitario a salud mental en 2005. Y, un 10 por ciento es la cifra a la que debería llegar el próximo año, como el resto de países europeos que firmaron la Estrategia Europea de Salud Mental en Helsinki, hace casi cinco años. A día de hoy, nuestro país no llega a esa cifra ni por asomo. La Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) así lo denunciaron en la rueda de prensa inaugural del 13er Congreso Nacional de la especialidad.

Exigen, como primera preocupación, una mayor dotación económica. Y es que, como aseguró Julio Bobes, presidente de la SEPB, una parte importante de las inequidades en salud mental derivan de no tener suficiente infraestructura preventiva. “Reivindicamos que ese compromiso se tenga encima de la mesa, a pesar de la situación económica difícil”, reiteró, en el marco de un congreso en el que no destacó ninguna gran novedad sobre el resto, en opinión de Jerónimo Saiz, presidente de la SEP. “Nos encontramos ante enfermedades complejas y todavía esperamos mayores avances”, enfatizó.

Aunque, “estamos con zapatos nuevos” en este congreso por un antidepresivo novedoso: agomelatina (de acción diferente que abre muchas alternativas), destacó Bobes. Porque, los próximos diez años “entraremos en una sima de patentes —dijo—, y no tendremos ya nuevos psicofármacos, una pérdida de expectativa para una especialidad”.