PROYECTO/ El Hospital Clínic es pionero internacional en implantar el sistema

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Se superan las limitaciones de la tecnología activa en identificación de pacientes
| 2010-04-09T16:40:00+02:00 h |

Cecilia Ossorio

Barcelona

Los errores en la medicación o en la realización de pruebas y procedimientos en los hospitales “son raros, pero no imposibles”, matizó el director médico del Hospital Clínic de Barcelona, Josep Brugada. Por eso este centro ha querido optimizar la seguridad asistencial y el registro de la información clínica y de gestión —como los tiempos quirúrgicos— con la implementación de un sistema de identificación por radiofrecuencia (RFID, en sus siglas en inglés) pasiva, un proyecto pionero a nivel internacional.

Como explicó la gerente del área quirúrgica del centro, Lina Manasanchs, en febrero se iniciaron las pruebas piloto con esta tecnología en las áreas de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) y de Cirugía de Corta Estancia (CCE), en las que se atiende a aproximadamente 5.500 pacientes al año. Este sistema permite la identificación y localización a tiempo real de los pacientes desde que ingresan en la unidad, así como del material sanitario, contenedores, camas o maquinaria costosa.

Pulseras y antenas

La tecnología RFID funciona mediante chips que se integran en unas pulseras y antenas de radiofrecuencia que se han integrado en los quirófanos y en las zonas de paso de los pacientes. Según comentó Joan Pons, director general de AIDA Centre, empresa que ha desarrollado e implementado el sistema en el hospital, las pulseras son de un solo uso y permiten una lectura del cien por cien evitando posibles radiaciones, mientras que las antenas tienen un grosor de 12 milímetros y una potencia de lectura de 2,4 metros de anchura.

Hasta ahora, la identificación de pacientes se realizaba mediante tecnología activa que, según señaló Joan Vila-Masana, director de infraestructuras del hospital, presentaba problemas como la indefinición a distancias pequeñas o la necesidad de esterilización de las etiquetas, algo que queda solventado con las nuevas pulseras, de las que subrayó su bajo coste (unos 20 céntimos por unidad). Estos chips pasivos tampoco estaban exentos de limitaciones, pues no funcionan en contacto con líquidos, “aunque se está trabajando para superar esta dificultad”, matizó Vila-Masana.

Este sistema, que de momento permitirá la trazabilidad del paciente y la disponibilidad de la historia clínica en las áreas de CMA y CCE, así como la de bolsas de sangre y prótesis o el control de farmacia hospitalaria y monodosis, “está consiguiendo un 99 por ciento de eventos detectados y controlados”, afirmó el director de infraestructuras.

Por su parte, Manasanchs adelantó que este sistema permitirá que los familiares conozcan mediante monitores instalados en la sala de espera el estado del paciente que está siendo intervenido.