sostenibilidad/ El consejero de Castilla-La Mancha espera que las medidas sobre medicamentos congelen el gasto farmacéutico en 2010
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Fernando Lamata aboga por reducir el peso de la factura farmacéutica y aumentar el gasto en retribuciones variables de los profesionales
Apuesta por reducir la burocracia para que el médico afiance una relación de corresponsabilidad con el paciente que sea incentivada
Esther martín del campo
El Escorial (Madrid)
En plena resaca de la victoria española del mundial de fútbol, los símiles entre el deporte y la política sanitaria no se han hecho esperar. Sin ir más lejos, el consejero de Salud y Bienestar Social de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, aseguraba en su conferencia sobre la nueva política farmacéutica para la contención del gasto en el encuentro sobre sosteniblidad del SNS dentro de los Cursos de Verano de El Escorial que trabajando juntos, con un objetivo común, es posible lograr cualquier reto también en el ámbito sanitario. En este sentido, Lamata defendió una línea de equilibrio y de prudencia que pasa por consolidar y fortalecer el sector farmacéutico en los próximos años para hacerlo más eficaz.
El consejero castellanomanchego respaldó las medidas coyunturales adoptadas por el Gobierno que en el caso de los recortes a la industria farmacéutica tendrán un impacto de crecimiento cero en la factura farmacéutica a final de este año y de una disminución de un cinco por ciento el año próximo, según sus cálculos.
No obstante, Lamata recalcó que se trata de medidas puntuales que, en parte, se incorporarán a la evolución del gasto en los siguientes años pero irán perdiendo impacto en los siguientes, y que en ningún caso deben confundirse con las medidas estructurales, que han de meditarse con serenidad, acuerdo y mirando a largo plazo.
En esta batería de propuestas de futuro el consejero abogó por suavizar el crecimiento del gasto farmacéutico en los próximos diez años, para reducir su peso en el sistema sanitario y permitir un margen de crecimiento relativo en otros factores, “singularmente la retribución de los profesionales”.
Lamata planteó contener la demanda reforzando la responsabilidad de los ciudadanos en el cuidado de la salud y el uso racional del sistema sanitario, una tarea en la que han de colaborar los profesionales para la cual es preciso reducir la carga burocrática e incentivar al médico a través de un aumento en las retribuciones variables.
En cualquier caso, Lamata se opuso a la reforma del copago en cualquiera de sus fórmulas. El aumento de la financiación debe venir, en su opinión, por vía fiscal.
Mantener un escenario de estabilidad para que la industria farmacéutica mantenga sus 40.000 empleos y reforzar la investigación en nuestro país son dos claves más para la reforma estructural.
