Ginecología/ Caída la barrera económica, la píldora debe superar la hormonofobia

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Pese a los efectos secundarios beneficiosos de este método el uso de la píldora en España ha descendido dos puntos con respecto al resto de Europa
| 2011-09-02T15:59:00+02:00 h |

E. S. Corada

Madrid

Drosure y Drosurelle son los nombres comerciales de los primeros anticonceptivos orales subvencionados por el Sistema Nacional de Salud poco antes del verano e incluidas en su cartera de servicios.

Aunque con diferencias entre CC.AA., la financiación hasta ahora de este tipo de tratamientos había sido muy limitada y mayoritariamente obedecía a efectos distintos del control de la fecundidad como el tratamiento de alteraciones endocrinológicas leves (acné, hirsutismo), problemas ginecológicos (como el ovario poliquístico), o por sus efectos beneficiosos en el tratamiento de los desarreglos del ciclo menstrual.

La píldora es el segundo método más empleado en España (tras el preservativo masculino), si bien todavía arrastra distancias respecto a los niveles de uso en Europa. Es más: Iñaki Lete, ginecólogo del Hospital de Santiago en Vitoria, confirma que según datos de la última encuesta Daphne 2011 sobre los métodos anticonceptivos usados por las mujeres fértiles —entre 15 y 49 años— ha habido un descenso de dos puntos con respecto al 18 por ciento que reflejaban las encuestas europeas. “Ello puede ser debido a una hormonofobia, que es común en el área mediterránea y que es producto de la cultura de estos países”, explica.

Pero, ¿por qué esta reticencia en nuestra sociedad al uso de las hormonas? José Vicente González, de la Fundación Española de Contracepción afirma que “no sólo en anticoncepción, también sucede con los tratamientos para la menopausia. Y no tiene fundamento, las hormonas forman una parte imprescindible de nuestro organismo y sin ellas no podríamos vivir”.

Hormonofobia

Pese a todo, la píldora ha superado muchas “campañas” empeñadas en divulgar sus riesgos y ha ampliado sus efectos secundarios beneficiosos, que aportan un valor añadido a su alta eficacia anticonceptiva. Así la Sociedad Española de Contracepción relaciona su uso con la reducción del riesgo de desarrollar cáncer de ovario, colon y endometrio, así como con la prevención de la osteoporosis.

“Dos tercios de las mujeres que demandan la píldora lo hacen para destinarlo a un uso exclusivamente anticonceptivo, siendo el tercio restante representativo de aquellas que la utilizan para reducir el síndrome premenstrual, el exceso de sangrado, el acné, cualquier tipo de manifestación androgénica” afirma el ginecólogo Ezequiel Pérez Campos, ex presidente de la SEC.

La drospirenona, principal principio activo de estas píldoras genéricas (comercializadas por Laboratorios Effik), ofrece entre sus propiedades un efecto antimineralcorticoide, lo que le confiere un perfil bioquímico y farmacológico muy similar al de la progesterona natural. “Su actividad antimineralcorticoide previene la ganancia de peso y la sensación de retención de líquidos”, asegura Rafael Sánchez Borrego, presidente de la Asociación de Estudios de la Menopausia, quien explica que “existe un alto abandono entre las chicas en los tres primeros meses de tratamiento con anticonceptivos orales, por lo que este efecto de la drospirenona de evitar la retención ayuda mucho al cumplimiento”.

Por eso, como consejo hace especial hincapié en la necesidad de que el médico explique de forma clara a la mujer el proceso por el que va a pasar, informándola de que en los primeros meses quizás manifieste algunos leves cambios (como retención de líquidos) pero que después no se presentarán.

Además, este principio activo compensa la retención de sodio causada por los estrógenos, lo que da lugar a una muy buena tolerancia y pueden tener efectos positivos sobre la sintomatología propia de la mujer antes de la menstruación como puede ser la tensión mamaria, el dolor de cabeza, hinchazón abdominal, cambios de humor, etc. Pérez Campos confirma que la drospirenona también se usa con muy buenos resultados para disminuir los trastornos del síndrome premenstrual produciendo destacables mejoras.