Junto a dexametasona retrasa el tiempo de progresión del mieloma múltiple
| 2009-12-11T16:58:00+01:00 h |

i. FERNÁNDEZ

Env. esp. a Nueva Orleans

El estándar actual de tratamiento del mieloma múltiple (MM) quiescente o asintomático consiste, únicamente, en un seguimiento a tres o seis meses sin tratar con ningún fármaco. Sin embargo, los datos preliminares de un estudio del Grupo Español de Mieloma (GEM), con colaboración portuguesa, presentados en el ASH’09, demuestran que lenalidomida (comercializado por Celgene como Revlimid), junto a dexametaxona puede abrir el camino, por primera vez, al tratamiento precoz de la enfermedad.

Los resultados provisionales de este estudio de fase III randomizado y multicéntrico, denominado Quiredex —datos de 100 de los 120 pacientes con MM latente de alto riesgo (desarrollan la sintomatología en menos de dos años), un grupo tratado con lenalidomida y dexametasona, frente al otro sin ningún tratamiento, a 19 meses— muestran una tasa global de respuesta del 91 por ciento. En concreto, hubo un 53 por ciento de respuestas parciales, un 21 de muy buenas respuestas parciales y un 11 de respuestas completas.

“Esto significa que a medida que avanzan los ciclos las remisiones completas también lo hacen, aumentando y mejorando la calidad de las respuestas”, dijo a GM María Victoria Mateos, del Hospital Universitario de Salamanca e investigadora principal. “Los resultados hablan a favor de este tratamiento con respecto a otros como con talidomida, en cuyos ensayos sólo se alcanzó un 30 por ciento de respuestas”, indicó.

Además, se observó que el 50 por ciento de pacientes que no siguieron tratamiento habían progresado. Aunque, del grupo tratado sólo lo hicieron dos, pero por motivos externos al estudio, que abandonaron. “De los pacientes no tratados que progresaron, 10 lo hicieron con enfermedad ósea, y esto es un hallazgo muy importante porque lo que intentamos es dar un tratamiento precoz antes de que aparezca la sintomatología”, argumentó la investigadora. “Es, por tanto, uno de los grandes logros que hemos obtenido en este estudio: retrasar el tiempo de progresión al mieloma múltiple sintomático, sobre todo en fenómenos importantes como las lesiones oseolíticas”, continuó.

Además, el efecto de acción dual de lenalidomida (antitumoral e inmunomodulador) ha mostrado un perfil de toxicidad muy bueno. No se ha descrito ningún efecto adverso importante, por lo que se ha tolerado muy bien.