Diabetes/ Estudio del Idiaps Jordi Gol de Cataluña con casi 60.000 pacientes con DM2

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redacción Barcelona | viernes, 11 de enero de 2013 h |

El diagnóstico de diabetes tipo 2 lleva implícito una serie de riesgos asociados, como el cardiovascular. Sin embargo, los estadios previos a la enfermedad no parecen influir en la vulnerabilidad a padecer fractura ósea con respecto al resto de población general, según revela un estudio realizado por el Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria (Idiap) Jordi Gol de Cataluña.

A partir de la información del Sidiap, una base de datos informatizada creada por el Instituto Catalán de la Salud (ICS) y el Idiap, se identificaron 58.931 pacientes con nuevo diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2 y 117.862 pacientes de edad y sexo similar como controles.

Los pacientes recién diagnosticados ya presentaban mayor prevalencia de enfermedad cerebro-vascular y mayor frecuencia de cardiopatía isquémica en comparación con los pacientes del grupo control. Ahora bien, la prevalencia de fractura fue la misma en los dos grupos de individuos.

“Según nuestros resultados, los pacientes diabéticos tipo 2 en el mismo momento de su diagnóstico ya presentan un riesgo 40 por ciento mayor de embolia y hemorragia cerebral y un 70 por ciento de incremento de riesgo de infarto, respecto de la población no diabética”, explica Daniel Prieto Alhambra, investigador del Idiap y autor del estudio.

Sin embargo, “hemos observado que su riesgo de fractura es similar a la población general, lo que nos sugiere que en pacientes en estados prediabéticos no es recomendable un estudio específico de riesgo de fracturas más allá de lo habitual en pacientes con metabolismo glucémico normal”, concluye.

En Cataluña, el número estimado de personas con diabetes en la actualidad está alrededor de 500.000. Atendiendo a datos de la Encuesta de Salud de 2011, la prevalencia de diabetes en Cataluña en personas de 15 o más años es del 8,0 por ciento (el 8,3 por ciento en los hombres y el 7,7 por ciento en las mujeres), una cifra que aumenta hasta una media del 21,1 por ciento en mayores de 65 años.