RESIDENCIA/ La OMC creará un grupo de trabajo, sección o vocalía para integrar al colectivo y darle un nuevo estatus para negociar con las CC.AA.

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La inconcreción del Real Decreto 183/2008 y su falta de desarrollo en las regiones lastran el reconocimiento de una figura “imprescindible”

Tiempo para la labor docente, valoración en la carrera profesional y en los procesos de selección y remuneración económica son sus peticiones

| 2009-11-02T09:34:00+01:00 h |

MÓNICA RASPAL

Madrid

El tutor es un espejo, un modelo asistencial, docente y de relación con las instituciones para el residente, que además realiza una doble tarea, la asistencial y la de tutoría, en la mayoría de las ocasiones sin reconocimiento, sin formación específica y sin tiempo ni lugar para esta última.

De esta forma resumió el secretario de la Sociedad Española de Educación Médica, Arcadi Gual, la importancia que tiene esta figura en el sistema sanitario —un colectivo que forman más de 7.000 profesionales— sin que haya sido reconocida en su justa medida en la historia de la formación de especialistas y que aún hoy, pese a la aprobación del Real Decreto 183/2008, sigue sin estar incentivada por la inconcreción de esta norma y la falta de desarrollo por parte de las Comunidades Autónomas —sólo Castilla y León ha publicado una ley concretando la formación MIR—.

Durante una jornada organizada por la Organización Médica Colegial (OMC), también Verónica Casado, presidenta de la Comisión Nacional de Medicina Familiar y Comunitaria, reclamó mayor reconocimiento y prestigio para los tutores, especialmente para los del primer nivel asistencial, a través de la creación de espacios adecuados y aumentando la financiación de la atención primaria, de forma que se equilibre la balanza, ligeramente inclinada hacia la tutorización hospitalaria.

“El centro de salud es un espacio formativo de primera magnitud pues la perspectiva integral y familiar es muy positiva para la práctica docente”, aseguró.

Para Fernando Pérez Iglesias, presidente de la Asociación de Redes Docentes y Asesoras, la mejor incentivación para los tutores pasaría por asegurarles un tiempo mínimo para su labor docente, así como su valoración en la carrera profesional y en los procesos de selección y también con una remuneración económica, tal y como recoge un documento de consenso elaborado por jefes de estudio y tutores, en el que destacan cómo de la normativa de 2008 derivan 19 funciones y 11 competencias propias del tutor sin precisar sus mecanismos de compensación.

En esta dirección deben caminar las diferentes regulaciones regionales, tendiendo siempre hacia una docencia más “integrada” en la asistencia y la investigación y controlada por los propios médicos de cada servicio hospitalario o centro de salud pues esto aumenta la calidad asistencial, según Miquel Vilardell, vicepresidente del Colegio de Médicos de Barcelona.

En su opinión, el tutor debe ser un médico de la misma especialidad, con capacidad docente e investigadora demostrada y dotes de liderazgo, una persona que sea repetada por los profesionales de su servicio pues los líderes impuestos y los gestores puros “han fracasado”. Vilardell también abogó por un examen final del periodo de residencia que saque a la luz las diferencias entre los centros para conocer con transparencia la calidad de su formación.

Representación en la OMC

Y precisamente para apoyar el reconocimiento de las funciones de este colectivo, el presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín, aprovechó la jornada para anunciar una próxima integración de los tutores en la organización como un grupo de trabajo, sección o vocalía —según determine la Asamblea General—de forma adquieran un nuevo estatutos para negociar con las autonomías y pedirles que desarrollen lo que les corresponde, reconociendo su labor e impulsando también la investigación de este personal.