ESPECIAL DIABETES/ Investigación

br

| domingo, 04 de octubre de 2009 h |

Redacción

Madrid

Cada vez más trabajos profundizan sobre la relación existente entre la diabetes y la enfermedad cardiovascular. El último de ellos ha sido un reciente estudio publicado en el periódico de la Asociación Americana de Diabetes, las mujeres con diabetes tienen un riesgo mayor de desarrollar fibrilación auricular. Según el trabajo, llevado a cabo con 17.372 pacientes del registro de diabetes de Kaiser Permanente en Oregón y Washington durante un periodo de siete años, este riesgo es un 26 por ciento mayor.

Como explicó Greg Nichols, investigador principal, “los hombres con diabetes también presentan un riesgo más alto de arritmia, pero la asociación entre las dos condiciones no es tan fuerte. Para hombres, la obesidad y la hipertensión arterial son mayores factores de riesgo en diabetes”. “La fibrilación auricular es la arritmia más común en el mundo y la diabetes una de las enfermedades más comunes y costosas. Nuestro estudio apunta que hay una relación entre ellas, por lo que tenemos que tener una mayor atención especialmente entre las mujeres”, añadió Sumeet Chung, coautor del trabajo y director asociado del Instituto del Corazón del Cedars Sinai de Los Ángeles (EEUU).

Insulina y riesgo CV

Por otra parte, otro trabajo ha probado que los fármacos como la insulina o la metformina no reducen el riesgo cardiovascular en pacientes con diabetes tipo 2, según sugiere un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard y el Hospital de Brigham y las Mujeres en Boston (EEUU) que se publica en la revista JAMA.

Los resultados muestran que en pacientes de inicio reciente, el tratamiento con ambos fármacos no redujo los indicadores biológicos inflamatorios, factores de riesgo cardiovascular, como la proteína C-reactiva de alta sensibilidad, aunque sí mejoró el control de la glucosa.

Para llegar a esta conclusión los científicos, dirigidos por Aruna D. Pradhan, siguieron a 500 adultos, a los que se había diagnosticado hacía una media de dos años. Los participantes fueron asignados de forma aleatoria a uno de cuatro tratamientos: solo metformina placebo; metformina placebo e insulina; solo metformina activa; o metformina activa e insulina.