Por primera vez se han presentado resultados positivos de un estudio en cáncer de páncreas avanzado en segunda línea de tratamiento, y ha sido durante el Congreso Mundial de Cáncer Gastrointestinal (ESMO GI), celebrado como cada año en Barcelona.
Según enfatiza Josep Tabernero, vicepresidente del congreso y jefe del Servicio de Oncología del Hospital Vall de Hebrón de Barcelona, después del impacto que ha logrado en primera línea de tratamiento la combinación de nab-paclitaxel más gemcitabina en cáncer de páncreas metastásico, la terapia que obtiene resultados en el siguiente escalón terapéutico, en pacientes previamente tratados con gemcitabina, es MM-398 (nal-IRI), un irinotecan nanoliposomal.
Según explica Andrea Wang-Gillam, profesora de la División de Oncología de la Universidad de Washington, “este sistema de administración permite la exposición al fármaco más tiempo en la circulación y una mayor acumulación del fármaco y de su metabolito activo SN38 en el sitio del tumor”. De ahí que, como se desprende de los resultados del estudio Napoli-1 fase III, en el que han participado 417 pacientes con cáncer metastásico y refractario a gemcitabina, se haya obtenido una tasa media de supervivencia global de 6,1 meses, cuando el nuevo fármaco se combina con 5FU/leucovorina.
En concreto, se aleatorizó a los pacientes en tres ramas de tratamiento: MM-398 en monoterapia; el tratamiento estándar con 5-fluorouracilo (5-FU), o la combinación de 5FU/leucovorina con MM-398.
Aunque en el ensayo fase II la nueva terapia ya había demostrado actividad antitumoral en monoterapia, en este estudio se ha observado una mayor eficacia si se combina con el tratamiento estándar. Así, se obtuvo dos meses más de SG que con la terapia convencional, y una mayor supervivencia libre de progresión (de 1,5 meses con 5-FU/leucovorina frente a 3,1 meses con la nueva combinación). Respecto a MM-398 en monoterapia, no se obtuvo un beneficio adicional de supervivencia respecto a la estándar.
Por otro lado, si Sparc se postulaba como un prometedor marcador de respuesta al tratamiento con nab-paclitaxel más gemcitabina en primera línea de tratamiento de cáncer de páncreas metastásico, lo cierto es que en el análisis específico de esta proteína en el estudio MPACT ha quedado descartado este potencial. Así, como presentó el primer firmante de este estudio, Manuel Hidalgo, director del Centro Oncológico Clara Campal y del Programa de Investigación Clínica del CNIO, el nivel de Sparc no resultó pronóstico en términos de supervivencia global ni predictivo de respuesta al tratamiento.
Estudio Recap
Otro de los estudios presentados en el congreso ha sido el Recap, de fase II, con ruxolitinib o placebo combinado con capecitabina en segunda línea de cáncer de páncreas. Según ha confirmado H. Hurwitz, de la Duke University Medicine de Durham (Estados Unidos), el inhibidor de JAK1/JAK2 logra impacto en supervivencia globa y libre de progresión, así como una tasa de respuesta global de 7,8 por ciento, frente a ninguna con placebo.
Sin embargo, los resultados no se pueden considerar positivos porque se ha comprobado que este compuesto obtiene verdadera significación en un subgrupo de pacientes que presentan inflamación caracterizada por proteína C reactiva elevada o la denominada “modified Glasgow Prognostic Score (mGPS).
En estos casos, la supervivencia a 3 y 6 meses fue del 48 y 42 por ciento en la rama de ruxolinib, y de 29 y 11 por ciento en el grupo placebo, respectivamente. Sin embargo, en los pacientes cuya CRP es menor o igual a 13mg/L, no se observaron ventajas destacables.
Estudio Rainbow
En lo que concierne a cáncer gástrico, durante el congreso se han destacado los resultados del estudio Rainbow en un subgrupo de población occidental. En concreto, este trabajo compara ramucirumab (un antagonista del receptor 2 del factor de crecimiento del endotelio vascular) más paclitaxel frente a la quimioterapia con placebo, en el tratamiento de pacientes con enfermedad en recaída.
Como ha expuesto Eric Van Cutsem, copresidente del congreso e investigador del Instituto del Cáncer de Lovaina (Bélgica), en este trabajo fase III con 398 pacientes de Europa (incluyendo Israel) y Estados Unidos, la media de supervivencia global fue de 8,57 meses en la rama de RAM más PTX, frente a 5,9 meses en el brazo control. En cuanto a la supervivencia libre de progresión, fue de casi el doble en el grupo de estudio (4,24 versus 2,83 meses). Y la tasa de respuesta global de 26,8 por ciento en comparación con el 13 por ciento de paclitaxel.
Novedades en cáncer de esófago no operable con RTOG0436
En cáncer de esófago, durante el congreso en Barcelona se han dado a conocer los resultados del estudio RTOG 0436, un fase III que compara cisplatino, paclitaxel y radiación con o sin cetuximab en 328 pacientes con tumores no operables. D. Ilson, del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York, comunicó que el trabajo no ha obtenido los objetivos esperados, ya que la adición del anti-EGFR cetuximab no supone beneficio en cuanto a supervencia global. Por tanto, queda patente la necesidad de identificar biomarcadores de respuesta a los anti-EGFR en los pacientes con cáncer de esófago. Sin embargo, cetuximab sigue sumando evidencias en cáncer colorrectal metastásico. En concreto, un subanálisis del estudio FIRE-3 vuelve a confirmar que recibir este fármaco en primera línea implica una mayor duración de las terapias en la segunda línea, así como una mejor supervivencia global.
El análisis de Sparc en el estudio MPACT descarta su potencial como biomarcador de respuesta
Ramucirumab ha demostrado beneficio en SG y SLP
en un subanálisis de Rainbow en población occidental