Entrevista/ Consenso sobre el manejo de la intoxicación por humo de incendios

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| viernes, 18 de junio de 2010 h |

L. B.

Madrid

El 84 por ciento de los hospitales recibió, en el año previo, algún paciente intoxicado por humo, la principal causa de mortalidad de los incendios. Por primera vez, diferentes especialistas han elaborado el documento de consenso “Bases del manejo clínico de la intoxicación por humo de incendios”, que fue presentado en el Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), celebrado en Pamplona del 16 al 18 de junio. En él han participado las Unidades de Toxicología Clínica de hospitales españoles, la Aetox-Stc (Sección de Toxicología Clínica de la Sociedad Española de Toxicología), la Semicyuc (Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias), la UME (Unidad Militar de Emergencias) y la propia Semes.

Pregunta. ¿En qué consiste el llamado ‘Docohumo’?

Respuesta. Pretende ser una guía el manejo de estos pacientes. El documento trata la epidemiología que tiene la intoxicación por humo, de su fisiopatología, de cómo se produce este fenómeno y del tratamiento, tanto en su versión hospitalaria como extrahospitalaria, estableciendo procedimientos.

P. Se trata de un tema poco abordado pero que, sin embargo, reviste gravedad…

R. El 80 por ciento de las muertes en un incendio es debido al humo y no a las quemaduras corporales. En Madrid hemos atendido en los últimos dos años a 900 pacientes por inhalación de humos y a pesar de ello este tema no sale a la luz desde el punto de vista sanitario.

Por fin, 11 profesionales tanto hospitalarios como extrahospitalarios han establecido unas guías de manejo de cara a que el resto de profesionales tengan unas bases clínicas en la intoxicación por humo.

P. ¿Por qué la inhalación de humos es la causante de las complicaciones?

R. Hay dos causas fundamentales: el monóxido de carbono y los derivados del cianuro. Éste último inhibe numerosos sistemas enzimáticos que se manifiestan con mayor precocidad e intensidad en el sistema nervioso central y el aparato cardiovascular. De ahí que sea la causa más mortal.

P. ¿Se puede tratar?

R. El antídoto para el monóxido de carbono es el oxígeno, mientras, cuando hablamos del cianuro desde hace pocos años contamos con un antídoto eficaz, denominado hidroxibalamina, que logra unas tasas de supervivencia de hasta un 67 por ciento.

P. ¿Se utiliza ya la hidroxibalamina en la práctica clínica?

R. Su uso no está extendido todo lo que debería, aunque poco a poco se va incluyendo en los Servicios de Urgencia. De hecho, el documento de consenso pretende extender todas las posibilidades terapéuticas a todos los servicios y que formen parte de sus botiquines, así como de las unidades medicalizadas de los diferentes sistemas sanitarios de Emergencias Extrahospitalarias.

P. ¿Cómo plantea el documento el tratamiento de estos pacientes?

R. Se establecen cuatro grados de gravedad, en función de cada uno de ellos, cada paciente necesita un tipo de actuación. Los parámetros clínicos son inconsciencia, inestabilidad hemodinámica, tensión baja o aumento de determinados parámetros en sangre.

P. ¿Qué parámetro y en qué cantidad es el que determina la necesidad del antídoto?

R. Se trata del lactato, que es el que ahora mismo se puede equiparar al cianuro, por lo que lo utilizamos como guía para administrar la hidroxibalamina. En cuanto a los niveles, consideramos que hay intoxicación grave y por lo tanto, hay que administrar el antídoto cuando se sitúan por encima de 7,5-10 milimoles/litros. Se utilizaría en los dos niveles superiores de gravedad dentro de los cuatro pautados, aunque si no se dispone de un medidor de lactato se ha de administrar en base a criterios clínicos”.