Día Mundial de la Diabetes

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La medición de la glucosa en sangre por parte del paciente debe integrarse en el protocolo de tratamiento en aquellos con DM II no insulinodependientes.
| 2009-11-16T10:27:00+01:00 h |

Redacción

Madrid

Los beneficios del autocontrol de la glucemia en sangre en pacientes con diabetes mellitus (DM) tipo 1 y 2 son un complemento imprescindible para conocer mejor la enfermedad y evitar sus costosas complicaciones. Así lo manifestaron endocrinólogos de todo el país en un acto organizado por la Federación Española de Diabetes (FED).

Las ventajas del autocontrol en pacientes insulinodependientes están más que probadas, sin embargo es la primera vez que un elenco de especialistas españoles aboga por su eficacia en personas tratados con antidiabéticos orales (ADO) o en sus hábitos de vida.

Para Ricardo García-Mayor, presidente de la FED, hay que insistir en el desarrollo de planes de prevención y tratamiento de la enfermedad que incidan en la importancia de la educación y el autocontrol de la misma desde su debut; es decir, incluso en personas tratadas sólo con dieta y ejercicio físico. Natalia Pérez, del Servicio de Endocrinología del Clínico de Madrid, cree que si no se han hecho estudios suficientes probando la eficacia del autocontrol en pacientes tratados con ADO es porque “se tiende a ver el autocontrol como un fármaco y no como un instrumento de ayuda para el mejor conocimiento de la DM. Además, cabe señalar que los diseños de estudio para fármacos tienen muchas limitaciones para evaluar el autocontrol de la glucemia”.

“Necesitamos ver cuáles son las fluctuaciones de la glucemia mediante el autocontrol. Hay pacientes que creen que ésta no fluctúa y eso es un error. La persona con DM debe participar de su tratamiento y ser proactiva y esto sólo se conseguirá con una buena educación diabetológica”, explicó Ignacio Llorente, del Servicio de Endocrinología del Hospital Virgen de la Candelaria de Tenerife.

En la misma línea, Edelmiro Menéndez, su homólogo del Hospital Central de Asturias y vicepresidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED), opina que “el autocontrol de la enfermedad debe estar siempre dentro de un buen programa de educación diabetológica que esté estructurado e impartido por personas preparadas para ello, y esto se puede hacer tanto dentro de los servicios de Primaria, como de Endocrinología”.

También la nueva guía de la Federación Internacional de Diabetes defiende que el autocontrol debería formar parte de un programa educativo global que capacite a los pacientes para responder ante cambios en sus valores de glucosa en sangre o en su medicación, en cooperación con los profesionales. “Hay que estar organizados en los centros de asistencia y dedicar recursos y personal cualificado”, añade García-Mayor.

La guía recomienda que la intensidad y frecuencia del control debería individualizarse según los requerimientos de los pacientes y propone ejemplos de medición estructurada que pueden utilizarse. Desde perfiles de entre 3 y 5 puntos en intervalos de entre 1 y 3 días, hasta mediciones antes y después de las comidas con el objetivo de obtener la mayor información posible sobre el estado glucémico.