El informe sobre los resultados de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2023, el más completo hasta la fecha, muestra el logro de hitos clave en materia de salud pública, a pesar incluso del incremento general de las necesidades humanitarias de salud mundial como consecuencia de conflictos, el cambio climático y brotes epidémicos. Además, el informe hace un llamamiento a favor de un impulso concertado hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El informe muestra avances en varias esferas clave, incluidas poblaciones más sanas, cobertura sanitaria universal (CSU) y protección frente a emergencias sanitarias.

El informe se publicará antes de la 77.ª Asamblea Mundial de la Salud de 2024, que se celebrará del 27 de mayo al 1 de junio de 2024. El presupuesto por programas revisado para 2022-2023 fue de USD 6726,1 millones y para su elaboración se tuvieron en cuenta las enseñanzas extraídas de la respuesta a la pandemia y las nuevas prioridades en materia de salud.

A partir de los 174 informes nacionales sobre los logros que presentaron el 96% de las oficinas de la OMS en los países, en el documento se muestran algunos avances hacia la consecución de 46 metas y se subrayan algunas dificultades.

Metas de los tres mil millones

«El mundo no está bien encaminado para alcanzar la mayoría de las metas de los tres mil millones y los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la salud» ha dicho Tedros Adhanom Ghebreyesus, director General de la OMS. «Ahora bien, si actuásemos de forma clara y concertada para acelerar los avances, aún podríamos lograr una parte importante. Nuestro objetivo es invertir aún más recursos donde más se necesitan, a nivel nacional, al tiempo que garantizamos una financiación sostenible y flexible para respaldar nuestra misión

En relación con la prioridad de lograr unas poblaciones más sanas, la trayectoria actual indica que la meta de 1000 millones más de personas que disfruten de una mejor salud y bienestar probablemente se alcance para 2025, como consecuencia, principalmente, de las mejoras en la calidad del aire y en el acceso a agua, saneamiento y medidas de higiene.

En cuanto a la CSU, un 30 por ciento de los países están avanzando en la cobertura de servicios de salud esenciales y en la protección financiera. Esto se debe en gran medida al aumento de la cobertura de los servicios relacionados con el VIH.

En cuanto a la protección frente a emergencias, aunque la cobertura de vacunación contra patógenos de alta prioridad muestra una mejora en relación con las disrupciones causadas por la pandemia de COVID-19 en 2020-2021, aún no muestra niveles prepandémicos.

Los primeros desembolsos del Fondo contra Pandemias ascendieron a 338 millones en 2023, lo que ayudó a 37 países a financiar el fortalecimiento de las capacidades de prevención, preparación y respuesta. La OMS sigue colaborando con los países y los asociados para mejorar las capacidades de secuenciación genómica y fortalecer los sistemas de vigilancia y laboratorio en todo el mundo: entre febrero de 2021 y diciembre de 2023 se incrementó un 62% la capacidad en relación con el SARS-CoV-2.

Puntos destacados

Durante el bienio se administró la primera vacuna antipalúdica del mundo, RTS,S/AS01, a más de dos millones de niños que cumplían las condiciones para ello en Ghana, Kenia y Malawi, lo que redujo su mortalidad un 13%. Se espera que la precalificación de la OMS de una segunda vacuna, R21/Matrix-M, impulse aún más los esfuerzos de lucha contra el paludismo. En otros lugares, 14 países eliminaron al menos una enfermedad tropical desatendida durante 2022-2023. Bangladesh eliminó dos.

En 2022 se pusieron a disposición los primeros esquemas terapéuticos totalmente orales para la tuberculosis multirresistente, lo que permitió ofrecer tratamiento al mayor número de personas con tuberculosis desde que comenzasen las actividades de seguimiento hace casi 30 años.

Gracias a la iniciativa REPLACE de la OMS, cuyo objetivo es eliminar los ácidos grasos trans de producción industrial de la oferta de alimentos, otros 13 países comenzaron a aplicar políticas de prácticas óptimas, lo que incrementó el número total de países hasta 53.

Más del 75% de las personas que viven con el VIH reciben tratamiento antirretrovírico y logran, en su mayoría, la supresión vírica, lo que significa que no pueden infectar a otras personas. La orientación y el apoyo de la OMS han ayudado a países como Botswana a lograr avances significativos en el control de la transmisión del VIH.

El consumo de tabaco está disminuyendo en 150 países, 56 de los cuales están en vías de alcanzar la meta mundial relativa a la reducción de su consumo para 2025.

Otros 29 países elaboraron planes de acción nacionales sobre la resistencia a los antimicrobianos durante el bienio 2022-2023, con lo que el total de países ascendió a 178.

Tras el llamamiento del director General para eliminar el cáncer cervicouterino, otros 25 países han introducido la vacuna contra los virus de los papilomas humanos, con lo que el total de esos países asciende a 58 desde que la OMS pusiera en marcha la iniciativa en 2020.

Vías de avance

En el informe sin embargo se reconocen disparidades significativas en los resultados de salud, interrupciones causadas por la pandemia de COVID-19 y una escasez persistente de personal de salud que requiere inversiones en educación y empleo.

De cara al futuro, el presupuesto por programas de la OMS para 2024-2025 tiene por objeto equilibrar la inversión en las funciones normativas de la Organización con la necesidad de fortalecer las oficinas en los países. Su objetivo es financiar el 80% del presupuesto previsto de partidas de alta prioridad para acelerar así el progreso hacia el cumplimiento de las metas de los tres mil millones del 13.º PGT (estrategia actual de la OMS para el período 2019-2023).

Compromiso con la salud mundial

Gracias a la puesta en marcha del Centro Mundial de Datos de Salud, se simplificó el acceso de los Estados Miembros a los datos en materia de salud y las aprobaciones de las estimaciones nacionales.

Los Estados Miembros han demostrado su compromiso con una financiación sostenible de la OMS, adoptando una vía para aumentar un 50 por ciento las contribuciones señaladas al presupuesto básico del presupuesto por programas, aprobado originalmente para 2022-2023, para el bienio 2030-2031. Otro elemento de la financiación sostenible es la ronda de inversiones, que la OMS pondrá en marcha en la 77.ª Asamblea Mundial de la Salud, con el fin de obtener recursos para la labor básica de la Organización durante los próximos cuatro años (2025-2028).

La OMS trabajará con los donantes actuales y otros futuros, así como con otros asociados, a través de un proceso de participación inclusivo que culminará en un evento de financiación de alto nivel en el cuarto trimestre de 2024.


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