El melanoma es el cáncer de piel más agresivo. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en España se diagnostican más de 7.000 nuevos casos de melanoma de piel cada año, una incidencia que va en aumento. El principal factor de riesgo es la exposición al sol. La luz ultravioleta (UV) daña el ADN de las células expuestas, generando mutaciones que pueden convertir a las células en tumorales. Por lo tanto, la prevención es especialmente eficaz en el caso del cáncer de piel.

Para alcanzar la cura del melanoma, es crucial comprender su origen, su evolución y su capacidad de hacer metástasis. En este sentido, en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), el Grupo de Melanoma, liderado por Marisol Soengas, ha logrado visualizar cómo se inicia y progresa el melanoma desde etapas muy tempranas mediante un modelo experimental denominado “MetAlert” para visualizar cómo las células de melanoma preparan rutas de diseminación antes de que se produzcan las metástasis. Esto facilita la identificación de nuevos genes y terapias que, según explica Soengas, pueden “encender o apagar el tumor”.

“Con MetAlert identificamos una nueva proteína prometastásica, MIDKINE, que además tiene efectos inmunosupresores”, señala Soengas. “Ahora estamos desarrollando inhibidores de MIDKINE a través de varias colaboraciones en el CNIO: con la Unidad de Anticuerpos Monoclonales, liderada por Giovanna Roncador, y del Programa de Terapias Experimentales, que dirige Joaquín Pastor”, añade la especialista. Este grupo de investigación también está interesado en otras proteínas que actúan pervirtiendo las defensas del organismo y haciendo que, en vez de atacar al tumor, favorezcan su desarrollo.

Impedir que la metástasis se asiente

Por otro lado, el Grupo de Microambiente y Metástasis del CNIO, liderado por Héctor Peinado, ha identificado lo que podría convertirse en uno de los primeros tratamientos contra la metástasis del melanoma en sus etapas iniciales. Concretamente, han descubierto una molécula que prepara el entorno en el órgano donde se propagará el melanoma, y han demostrado que al bloquearla se reduce la incidencia de metástasis en modelos animales. Además, han hallado un compuesto no tóxico que inhibe la acción de esta molécula, conocida como NGFR.

Los expertos subrayan la importancia de evitar la exposición prolongada al sol y usar cremas con protección alta. También hay que estar alerta ante lunares nuevos, y ante cambios en los ya existentes (tamaño, color, forma, sangrado). El diagnóstico precoz multiplica las posibilidades de curación.


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