El Ministerio de Sanidad ha publicado una nota informativa con las prioridades del programa de vacunación durante el estado de alarma debido a COVID-19. Con este escrito, Sanidad busca de evitar las salidas innecesarias del domicilio y las visitas a centros sanitarios.

Uno de los principios expuestos en la nota informativa del Ministerio es que la vacunación desde el nacimiento hasta los 15 meses se mantiene como una prioridad. Así, se prioriza la primovacunación a los dos y cuatro meses, además de la primera dosis de la triple vírica que se administra a los 14 meses. Hernández-Merino coincide con la medida adoptada y apunta que “el objetivo sería mantener en lo posible las vacunaciones de los niños, al menos las de los primeros 12 meses de vida”. Aun así, afirma ser consciente de que esto “dependerá de las posibilidades reales de cada centro de salud”.

El documento mantiene la vacunación en bebés lactantes (de 0 a 1 año). Además, también mantiene estas interveciones en las embarazadas y las poblaciones de riesgo elevado. Entre estas personas más vulnerables, el Ministerio destaca a aquellas que estén en tratamiento con eculizumab (anticuerpo monoclonal para determinadas enfermedades raras) y los pacientes trasplantados.

Ángel Hernández-Merino, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, señala que “la elevada incidencia de infecciones y enfermedad grave que Covid-19 está ocasionando, está afectando al desarrollo de los programas de vacunación”. Sin embargo, y a pesar de la complejidad de la situación, Hernández-Merino considera que el mensaje que debe transmitirse es de serenidad, y en línea con la recomendación del Ministerio, priorizar la vacunación de los grupos más vulnerables y que más necesitan estas vacunas. Así, afirma que en los referido a la edad infantil, es necesario “mantener las vacunaciones que las circunstancias de cada centro de salud permitan, priorizando a los lactantes más pequeños y los niños con enfermedades crónicas importantes”.

Actuación de los centros

El experto indica que a pesar de las limitaciones a la movilidad establecidas en el Real Decreto de estado de alarma, “debido a la importancia de las vacunaciones infantiles, los Servicios Regionales de Salud de las comunidades y ciudades autónomas están emitido instrucciones para llevar a cabo las vacunaciones”. En este sentido, la vacunación se puede desarrollar “sin riesgos relevantes añadidos, tomando algunas medidas de precaución excepcionales”, especifica Hernández-Merino.

Algunas de estas precauciones son, concretamente, “la delimitación de algunas salas o zonas del centro de salud ‘limpias’ y exclusivas” o “la reserva de un periodo de tiempo de atención exclusivo para las vacunaciones”. A pesar de estas medidas, el especialista recuerda que “la permanencia en el centro debe ser la mínima imprescindible”, e incide en la necesidad de seguir las medidas de higiene y seguridad como “el lavado de manos con agua y jabón o con una solución hidroalcohólica, antes y después de acudir al centro de salud”.

La Asociación Española de Pediatría concluye, por tanto, que si los centros indican que se puede acudir a la vacunación, ésta se realice, puesto que se habrá garantizado previamente que se han tomado las precauciones necesarias para evitar la propagación del virus.

Ajuste de la actividad

Otro de los aspectos que destaca el Ministerio de Sanidad en el documento relativo a la vacunación es que las vacunas se administrarán siempre y cuando los centros tengan capacidad y puedan cumplir con las medidas de seguridad oportunas. Para ello, los pacientes o padres deberán llamar al teléfono del centro que les corresponda antes de acudir y que habrá sido determinados por las Comunidades Autónomas. De esta manera se asegurarán de que se presta el servicio y podrán obtener una cita, permitiendo también que los centros se aseguren de planificar las medidas oportunas de prevención.

Hernández Merino detalla que “el grado de interferencia en el programa de vacunación es muy variable a lo largo y ancho de la geografía española” y añade que “hay localidades y centros de salud con escasa interferencia y en las que se sigue vacunando con pocas limitaciones”. Aun así, señala que sí pueden existir zonas concretas con mayor restricción “en las que se puede llevar a cabo solo la vacunación prioritaria”. Además, asegura ser consciente de que existan “centros de salud ubicados en zonas de máxima incidencia de la epidemia de Covid-19, donde la interferencia es más acusada y podrían demorarse las vacunaciones de la población”.

En el caso de aquellas vacunas que no sean prioritarias, su administración se pospondrá hasta que se reanude la actividad normal, señalan desde el Ministerio de Sanidad. Si se diese esta situación, Hernández-Merino hace un llamamiento a la calma, aseverando que “no hay motivo para preocuparse, pues una vez que las circunstancias lo permitan, estas vacunaciones se recuperarán en el menor plazo posible”.