| viernes, 24 de febrero de 2017 h |

La portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) asegura que siempre ha defendido la importancia de contar en cada centro de salud con un profesional que sea competente en esta disciplina imprescindible. “Labor que asumiría el médico de familia con el tiempo y la formación adecuados”, aclara. “No veo barreras. Hoy en día cada profesional interviene en su campo al paciente y esta práctica no solo no interfiere, sino que contribuye a la mejora de salud de la población”, puntualiza.

Blay también considera que “es muy importante hacer una valoración nutricional, especialmente en personas mayores de 65 años y personas con enfermedades degenerativas e incapacitantes “. También en jóvenes pendientes de su apariencia física y en adultos deportistas consumidores de altos porcentajes de proteínas, añade.

En su opinión, el cribado nutricional debería ser considerado dentro del contexto global de promoción de la salud, con el propósito de detectar cualquier alteración del estado nutricional y los riesgos asociados a esta, para disminuir la morbi-mortalidad de la población, porque muchas patologías se mejoran o se curan con una buena nutrición.

Además, añade que valorar los riesgos da calidad de vida y disminuye costes sanitarios. Hay médicos especializados en valoración nutricional formados por especialidad o máster o títulos propios de alguna universidad, pero generalmente, al menos en su experiencia, es el médico de familia quien valora al paciente nutricionalmente, pese a que dispone de escasísimo tiempo para realizar estas valoraciones y la falta de recursos destinados a formación de este ámbito, porque son pocos los cursos dirigidos a médicos que imparten esta disciplina.

“Nuestra Sociedad, la SEMG, es consciente de ello y desde hace años contamos con un grupo de Nutrición y Metabolismo que imparte cursos por España explicando estas técnicas”, expone.