La Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) ha presentado los resultados de un informe bajo el título ‘¿Qué pasaría si se facilitase el acceso a la innovación farmacéutica?’. Según sus estimaciones, facilitar el acceso a la innovación farmacéutica supondría un ahorro potencial de 1.542 millones de euros anuales en nuestro país.

“Los retrasos en el acceso ponen en riesgo la salud e incurren en costes sanitarios”

Marta Villanueva, Directora general IDIS

El trabajo parte de la necesidad urgente de buscar una solución a las trabas para el acceso a los medicamentos innovadores en nuestro país. Como punto de partida, recuerdan que el tiempo que transcurre desde la aprobación en la Unión Europea de un fármaco innovador hasta que está disponible en España es de 517 días, frente a los 133 de países como Alemania y lejos de los 180 que marca la ley.

La directora general de IDIS, Marta Villanueva, subraya que “todos estos retrasos en el acceso ponen en riesgo la salud y el bienestar de los pacientes, e incurren en costes sanitarios y no sanitarios que podrían ahorrarse con la incorporación de nuevos medicamentos”.

En la misma línea, la portavoz remarca que, por ejemplo, “un acceso temprano a fármacos con mayor beneficio clínico y la reducción del número de informes de posicionamiento terapéutico necesarios para la comercialización de medicamentos podría reducir los días para que la innovación esté disponible en España, y acercarnos a los 133 días que se necesitan en Alemania, donde existe esta vía”, recuerda.

El gasto sanitario en nuestro país representa el 9,1 por ciento del PIB, por debajo de países como Alemania y Francia (11,7) e incluso Inglaterra (10,2). Sin embargo, y tal y como recoge este informe, España cuenta con un 70 por ciento de financiación de medicamentos por parte del Estado y es el segundo país que destina un mayor porcentaje de su gasto sanitario a fármacos.

Sobre este punto, Villanueva insiste en que “es fundamental recordar que la innovación farmacéutica resulta esencial para la salud y la calidad de vida de las personas, debido a que, a lo largo de los años, la innovación ha permitido curar enfermedades, paliar síntomas y mejorar las condiciones de vida”.

Por ello, incide, “el medicamento no debería considerarse un gasto, sino una inversión y un mecanismo de ahorro, productividad y eficiencia ante las consecuencias del envejecimiento progresivo de la población y la cronicidad y fragilidad consecuentes”.

Ahorro

El documento explica que la aprobación de medicamentos innovadores reduciría costes directos tales como la medicación, visitas médicas y hospitalizaciones. Parte del ahorro estaría relacionado con la reducción de recaídas, efectos adversos y complicaciones, según detalla. Se estima que el ahorro en gasto hospitalario podría alcanzar los 52 millones de euros por cada diez por ciento de incremento promedio de gasto farmacéutico hospitalario.

El informe también evalúa el impacto de agilizar el acceso a la innovación en el ámbito hospitalario. Por ejemplo, en España el número total de días que permanecieron ingresados los pacientes con alta en 2019 ascendieron a 39,6 millones de euros. Si extrapolamos datos de distintos estudios realizados en Francia y Suecia y aplicamos un 10,5 por ciento de reducción de esta cifra gracias al uso de medicamentos innovadores, ese año se habría generado un ahorro de 1.274 millones de euros.

Asimismo, agilizar el procedimiento puede liberar recursos de personal. Un estudio holandés revela que incorporar 10 medicamentos innovadores suponía un ahorro anual equivalente al coste laboral de 7.000 personas. Extrapolado este dato a España, el ahorro generado podría ser de 216 millones de euros en total.


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