Este lunes 22 de julio, se celebra el Día Mundial de Cerebro, una fecha impulsada desde el año 2014 por la Federación Mundial de Neurología. La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha destacado que tiene el propósito de concienciar sobre la importancia de fomentar la salud neurológica. Así, este año han querido poner el foco en la relevancia de la prevención de las enfermedades neurológicas. Esto se debe a que en la actualidad, más del 43 por ciento de la población mundial padece algún tipo de enfermedad neurológica. Una cifra que en España alcanza los 23 millones de personas.

De este modo, no solo se han centrado en prevenir estas patologías, según han abordado en un comunicado. La discapacidad que provocan ha aumentado en más de un 18 por ciento en los últimos 20 años. Esto hace que las enfermedades neurológicas sean ya la principal causa de discapacidad en el mundo. Más de 3.400 millones de personas en todo el mundo sufren algún tipo de discapacidad por padecer alguna enfermedad neurológica. Más de 11 millones de personas fallecen cada año por alguna de estas patologías.
 
Los 23 millones de españoles que padecen algún tipo de enfermedad neurológica tienen una prevalencia un 18 por ciento superior respecto a la media mundial. Además, también es un 1,7 por ciento superior a la media de los países occidentales europeos. Según la SEN, se debe principalmente al envejecimiento de nuestra población. Además, también son la principal causa de discapacidad en España, siendo las responsables del 44 por ciento de la discapacidad por enfermedad crónica.

Responsables del 14% de los fallecimientos

El año pasado, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), fueron las responsables del 14 por ciento de los fallecimientos, con enfermedades como las demencias (con más de 35.000 fallecimientos, principalmente por la enfermedad de Alzheimer) o el ictus (con casi 26.000 fallecimientos) liderando la tabla de las principales causas de defunción en España en 2023. El presidente de la SEN, Jesús Porta-Etessam, ha indicado que “la gran mayoría de las enfermedades neurológicas son de carácter crónico, es decir, no tienen cura, y aunque en los últimos años se ha avanzado mucho en la mejora de los tratamientos de muchas de ellas, siguen causando una gran discapacidad y mortalidad”. 

“Enfermedades como el ictus, la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, la epilepsia, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson, la encefalitis y la meningitis, o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) son las causantes de un gran porcentaje de los fallecimientos en todo el mundo y además, junto con otras enfermedades neurológicas como la migraña, también lo son en la carga de discapacidad global. Pero abordar los factores de riesgo de muchas de estas enfermedades puede servir para cambiar radicalmente el impacto de las enfermedades neurológicas. Son numerosos los estudios que apuntan a que casi un 90% de los casos de ictus, casi un 40 por ciento de los casos de demencia o cerca del 30 por ciento de los casos de epilepsia, se podrían evitar llevando a cabo hábitos cerebrosaludables”, ha añadido.

Potencialmente prevenible

El último estudio publicado al respecto, divulgado en marzo de este año, señalaba que más de 84 por ciento de los casos de ictus son potencialmente prevenibles. Esto es posible mediante la reducción de la exposición a 18 factores de riesgo ya identificados, siendo la hipertensión (57,3 por ciento) el mayor factor de riesgo. También mediante el control de la exposición al plomo, que podría reducir la carga de discapacidad intelectual en un 63 por ciento. Además, controlar la diabetes podría reducir la carga de la enfermedad de Alzheimer y de otras demencias en casi un 15 por ciento.

El tabaquismo también se asocia con un aumento del riesgo de enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, las demencias o el ictus. El abuso en el consumo de alcohol supone para la epilepsia un riesgo casi cuatro veces mayor en hombres (11 por ciento) que en mujeres (3 por ciento). Además, según ha recordado la SEN, factores como el sueño, el estrés y el aislamiento social, “cada vez son más reconocidos como grandes contribuyentes al desarrollo de patologías neurológicas”. Igual que el tipo de la dieta y el ejercicio que realicemos.

Prevención en salud cerebral

“Cuando hablamos de salud cerebral y prevención, estamos hablando de proteger nuestra salud tanto en el presente como en el futuro. Y no se trata solo de reaccionar ante la aparición de algún tipo de enfermedad neurológica, sino de tratar de inculcar una cultura de prevención de las enfermedades neurológicas desde edades tempranas, para mitigar su impacto controlando y/o evitando los factores de riesgo de estas enfermedades”, ha comentado Porta-Etessam. 

“Tanto la Organización Mundial de la Salud, con su ‘Plan de Acción Mundial Intersectorial sobre la Epilepsia y otros Trastornos Neurológicos”, como la Academia Americana de Neurología, con su ‘Plataforma y Declaración por la Salud Cerebral’ ya han hecho un llamamiento a la comunidad internacional sobre las implicaciones de las enfermedades neurológicas para la salud pública y la urgente necesidad de concienciar sobre las medidas preventivas. España no puede quedarse al margen de este llamamiento y más teniendo en cuenta el impacto que las enfermedades neurológicas tienen en vuestro país, superior al de otros países de nuestro entorno”, según ha concluido.


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