Este domingo 28 se celebra el Día Mundial frente a las hepatitis virales. Cerca de 170.000 pacientes han sido tratados y curados de hepatitis C desde 2015, esta enfermedad provoca cuatro muertes semanales. Esta situación ocurre pesar de existir una cura. Con todo, España lidera la lucha contra este virus. Sin embargo, hematólogos y pacientes presionan para “seguir avanzando en su eliminación y evitar que quede relegada en las políticas sanitarias. La Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE) ha denunciado que estos decesos podrían evitarse si se administrase este tratamiento. “Cura la enfermedad en prácticamente el 100 por ciento de los casos. Si se administra de forma precoz puede evitar el daño que esta causa en el hígado a lo largo de los años”, han advertido.

El diagnóstico tardío de la infección, que se da en más de un tercio de los casos, hace que el daño que provoca en el hígado no sea reversible. En población general, los casos que quedan por tratar y curar son personas que contrajeron la infección hace más de dos décadas y no saben que la tienen o no fueron tratados en su momento. Las sociedades científicas comprometidas con la eliminación de la hepatitis C (VHC) han pedido al Ministerio de Sanidad que se realice la prueba a toda la población que nunca se la haya realizado, según ha recordado la AEHVE en un comunicado. Según las estimaciones, aún quedan 20.000 casos sin diagnosticar en España.

El coordinador de la AEHVE y jefe de Sección de Hepatología en el Hospital La Paz, Javier García-Samaniego, ha explicado que “sería un olvido imperdonable”, en relación a estas muertes que se siguen dando a pesar de la cura. Esta asociación agrupa a las sociedades científicas y asociaciones de pacientes que trabajan para alcanzar los objetivos de eliminación de la enfermedad fijados por la OMS. En concreto, hay 188 muertes anuales en España relacionadas con la hepatitis C. “El 10 por ciento de las muertes por accidentes en carretera, son demasiadas muertes para darnos por satisfechos, sobre todo cuando tenemos en nuestra mano evitarlo”, según ha añadido.

Herramientas para evitarlo

El diagnóstico tardío de la infección ocasiona que el daño hepático sea irreversible a pesar de la curación de la infección. En 2018, la prevalencia en la población general fue del 0,22 por ciento. La AEHVE estima que hoy está por debajo del 0,1 por ciento. Los casos restantes están concentrados en personas infectadas desde hace décadas que no saben que tienen el virus o no fueron tratadas oportunamente. Por ello, hepatólogos y pacientes han pedido a las administraciones sanitarias un esfuerzo final de información, sensibilización y detección de la infección no diagnosticada. Además, han ofrecido pruebas de diagnóstico -sencillos test de sangre- a la población nacida entre 1945 y 1975 sin un test previo de anticuerpos frente al VHC.

Esa es la recomendación realizada por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) en su última actualización de las estrategias globales necesarias para acelerar la eliminación. Una indicación que sólo se está cumpliendo en España de forma aislada en algunas comunidades como Galicia. De esta forma, su cumplimiento exigiría una nueva actualización de la Guía de Cribado de la Infección por VHC del Ministerio de Sanidad. Entre otros aspectos, debería incorporar la recomendación de cribado para población general en esas edades. Sin ligarla a factores de riesgo, tal y como ocurre ahora, según ha indicado la AEHVE. García-Samaniego ha explicado que “lo caro no es hacer este cribado en población general, sino dejar de hacerlo”. Cada paciente con infección activa puede transmitir la enfermedad y generar una gran carga de enfermedad hepática. Esto, incluyendo cirrosis y cáncer de hígado, para el sistema sanitario, según ha abundado.

IA y estrategias exitosas

La incorporación de la inteligencia artificial (IA) y estrategias diagnósticas exitosas durante la pandemia de COVID-19 han permitido un abaratamiento del diagnóstico. Esto refuerza la oportunidad de buscar la hepatitis C no diagnosticada en la población general. “Hoy, con lo aprendido tras la COVID, mediante la agrupación de muestras o pooling, como está haciendo Galicia con excelentes resultados, la realización de un cribado por edad en la población general es completamente asumible y debería incorporarse al consenso entre las Comunidades Autónomas en sus políticas de hepatitis C”, ha asegurado el coordinador de la AEHVE.

Sin embargo, la localización de los casos no diagnosticados en la población general no es el único reto. Según García-Samaniego, “el otro gran reto, quizás el desafío más difícil, es realizar una búsqueda activa de casos entre los colectivos más vulnerables, personas alejadas de los circuitos asistenciales habituales y a las que solo es posible llegar con recursos descentralizados y estrategias alternativas”. Para este objetivo, la AEHVE busca la colaboración de ayuntamientos y ONGs en el desarrollo de acciones dirigidas a poblaciones vulnerables. Entre ellas, han apuntado a las personas sin hogar, usuarios de drogas por vía parenteral, y hombres que tienen sexo con hombres y que asocian conductas de riesgo. Se tratan de los principales focos de infección activa en España, han insistido.

Programa ‘Ciudades Libres de Hepatitis C’

El programa ‘Ciudades Libres de Hepatitis C, #HepCityFree’ ha demostrado que la cercanía de las entidades locales con estas poblaciones “es estratégica para avanzar en la eliminación de la enfermedad”. En la actualidad, 20 ciudades españolas tienen en diseño o ejecución acciones y programas de concienciación y sensibilización sobre la hepatitis C. Así, coincidiendo con la celebración de este Día Mundial, lanzarán una campaña protagonizada por el actor Carmelo Gómez, curado de hepatitis C. Gómez contrajo el virus a través de una transfusión de sangre antes de que se descubriera el virus a mediados de los 90, han recordado en este comunicado.

Por último, han destacado que la hepatitis C es un importante problema de salud pública por su incidencia, morbimortalidad y costes sanitarios. Hasta la aparición de los tratamientos antivirales de acción directa, era la primera causa de enfermedad hepática terminal y cáncer de hígado en los países occidentales. También la principal indicación de trasplante hepático. Las causas de infección más comunes incluyen prácticas de inyección poco seguras, la esterilización inapropiada del equipo médico y transfusiones de sangre antes de 1990. Aunque menos frecuente, el virus también puede transmitirse por vía sexual y de madre a hijo. La hepatitis C es una enfermedad que no da sintomas, sin vacuna, pero que se puede curar en casi todos los casos con el tratamiento adecuado, han concluido.


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