Durante este año 2024, se diagnosticarán más de 36.000 nuevos casos de cáncer de mama en España. Tras el diagnóstico y con la evolución de la enfermedad, existen dos realidades del cáncer de mama que, según las pacientes, generan a menudo una gran incertidumbre compartida y requieren cuidados especiales: el alto riesgo de recaída y la metástasis. De hecho, más del 76 por ciento de los pacientes con cáncer en España se quedan con dudas en la consulta médica sobre las posibles recaídas. ¿Son todas las recaídas metástasis o todas las metástasis recaídas? Esta es una de las principales preguntas de las pacientes.

Por este motivo, surge el movimiento “Entre Ellas. Dos realidades del cáncer de mama, un mismo cuidado”, que promueve la divulgación de información médica de calidad y la unión de mujeres en dos de los momentos del cáncer de mama que generan más dudas. Este movimiento, impulsado por Lilly con la colaboración de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), la Asociación Española Cáncer de Mama Metastásico (AECMM) y el respaldo del grupo de investigación clínica en cáncer SOLTI, busca mejorar la calidad de vida de las pacientes y dar visibilidad a dos aspectos del cáncer de mama que pueden ser difíciles de afrontar. Para ello, se ha creado un gesto de apoyo uniendo los meñiques de las manos, al que se han sumado las influencers Chenoa y Emi Huelva en sus canales de Instagram.

“Cuando hablamos de metástasis a distancia nos referimos a cuando la enfermedad afecta a lugares que no son la localización inicial, en este caso la mama o los ganglios regionales. Estas metástasis pueden estar clínicamente evidentes al diagnóstico de la enfermedad, o aparecer después de un tratamiento inicial que es cuando hablamos de recaída metastásica, y también puede ser que no aparezcan nunca. Y ese es nuestro objetivo, conseguir que con los tratamientos cada vez haya menos recaídas, y si las hay o están desde el inicio que los tratamientos sean cada vez más eficaces”, explica Isabel Álvarez, oncóloga médica del Hospital Universitario Donostia.

Recaídas y metástasis

Actualmente, entre las pacientes con cáncer de mama con receptores hormonales positivos (HR+) y receptor 2 de factor de crecimiento epidérmico humano negativo (HER2-), también conocido como luminal u hormonosensible, que es el tipo más común y afecta al 70 por ciento de las mujeres con cáncer de mama, un 15 por ciento presenta un alto riesgo de recaída. Cerca del 25 por ciento de estas pacientes de alto riesgo recaen a los cinco años, aunque alrededor de la mitad de estas recaídas se producen en los primeros dos años tras la cirugía y/o la radioterapia o quimioterapia. En los demás casos, la mayoría de las recaídas suele ocurrir en los siguientes siete u ocho años tras la operación.

Por otro lado, el segundo cáncer de mama más frecuente es el denominado HER2+, que afecta en torno a un 15-20 por ciento de todas las pacientes. En este grupo, el riesgo de recaída es aproximadamente del 15-20 por ciento en los primeros cinco años tras el tratamiento adyuvante. El tercer tipo de cáncer de mama más común es el denominado triple negativo, que representa aproximadamente el 10-15 por ciento del total de pacientes. En este tipo de cáncer, hasta un 30 por ciento de las pacientes diagnosticadas en estadios iniciales pueden desarrollar enfermedad metastásica en los tres o cinco años siguientes al diagnóstico.

En cuanto a la enfermedad metastásica, aproximadamente un seis por ciento de las pacientes diagnosticadas con cáncer de mama presentan metástasis desde el inicio. Sin embargo, el 30 por ciento desarrollará metástasis con el tiempo, incluso años después de haber terminado los tratamientos. La mayoría de estas pacientes habrían mostrado criterios clínicos de alto riesgo de recaída en el momento del diagnóstico.

“Las recaídas se definen como la reaparición del tumor después de que este haya sido diagnosticado en situación precoz y de que el paciente haya tenido un periodo más o menos largo en ausencia de enfermedad. Este periodo de tiempo es muy variable, puede estar entre meses y años dependiendo de los factores pronóstico que presente el tumor al inicio”, señala Eva Ciruelos, coordinadora de la Unidad de Cáncer de Mama y Ginecológico del Hospital Universitario 12 de Octubre – Instituto i+12. “En el cáncer de mama luminal, el más frecuente, entre un 25-30 por ciento de las mujeres, sobre todo aquellas que se diagnostican con estadio II o III, pueden tener una recaída a largo plazo. Esto depende de factores propios como la edad o el estado menopáusico, y también de factores del tumor, fundamentalmente su tamaño, la presencia o no de los ganglios axilares afectados y el número o del fenotipo”, añade.

Diferenciación entre tipos de recaídas o nuevos tumores

Como parte de la iniciativa “Entre Ellas”, se ha creado un material útil para las pacientes, diseñado para desmentir los falsos mitos y lo que se debe saber sobre las recaídas y la metástasis. Este material distingue entre los diferentes tipos de recaídas o nuevos tumores en el cáncer de mama.

  • Recaída Ipsilateral del tumor: es una recaída que ocurre en la misma mama que el tumor original, en una zona cercana al lugar donde estaba el cáncer primario.
  • Recaída Local/Regional: es una recaída que se presenta en el área cercana a la cirugía original, como en los ganglios linfáticos axilares o alrededor de la clavícula.
  • Segundo Cáncer de Mama Contralateral: se refiere a un nuevo cáncer en la mama opuesta (contralateral) al tumor original. No es una metástasis del cáncer primario, sino un nuevo cáncer independiente.
  • Segundo Cáncer Primario: hace referencia al desarrollo de un nuevo cáncer primario en una ubicación distinta a la del cáncer original. No está relacionado directamente con el primer cáncer.

En estos cuatro tipos de tumores, la estrategia del equipo médico será aplicar tratamientos para intentar curarlos y eliminarlos. Sin embargo, existe un tipo de recaída, conocida como recaída a distancia o metástasis, que ocurre cuando el cáncer de mama regresa durante o después del tratamiento y se disemina a órganos o tejidos distantes del lugar original. En estos casos, el enfoque principal del tratamiento es controlar los síntomas y prolongar la vida, evitando la progresión y el crecimiento del tumor.

“Las recaídas loco-regionales se pueden todavía volver a curar, es decir, tratar como si fuera un tumor inicial, resecar, radiar y adecuar la terapia sistémica, y estos pacientes pueden tener una curabilidad a largo plazo. Esto suele ocurrir en el 50 por ciento de las ocasiones donde aparece una recaída. En el otro 50 por ciento de las recaídas, desgraciadamente el tumor aparece en órganos a distancia como puede ser hueso, hígado, pulmón o cerebro, donde el manejo terapéutico es sistémico, es decir, terapias que llegan a todas las partes del cuerpo, y donde el tratamiento local tiene un carácter paliativo y en estos casos hablamos más de cronificación de la enfermedad y de vivir con la mejor calidad de vida posible”, afirma Ciruelos.

Dudas de los pacientes

“Una de las principales dudas de las pacientes con cáncer de mama está relacionada con la posibilidad de que el tumor regrese una vez finalizado el tratamiento, ya sea en forma de recaída metastásica o recaídas no metastásicas”, asegura Pilar Fernández, presidenta de AECMM, quien añade que “en esa fase inicial, cuando el cáncer aún es curable, las pacientes continuamos con nuestras revisiones, nuestras pruebas y, aún con mucho miedo, intentamos volver a nuestra vida anterior al cáncer. Sin embargo, sabemos que muchas pacientes (en torno al 30%) desarrollarán metástasis con el tiempo, incluso años después de haber finalizado los tratamientos. A partir de entonces su pronóstico y su calidad de vida dependerá de la disponibilidad de nuevas terapias y pruebas diagnósticas, de los avances oncológicos y de la investigación, que es la única vía para conseguir la cronificación de esta enfermedad”.

Según Paula González, representante de FECMA, “la información fiable es clave en todos los procesos oncológicos y más aún cuando se dan situaciones como las recaídas o la metástasis. Es fundamental que la comunicación con el especialista o con el equipo médico fluya y, sobre todo, cuando las circunstancias son adversas. La atención a las mujeres con cáncer de mama metastásico es una de nuestras prioridades y de nuestras principales preocupaciones. Desde la Federación reclamamos disponer de registros tumorales homogéneos y actualizados para conocer la realidad; para saber, entre otras cosas, el número de personas que viven con cáncer de mama metastásico y, desde esa realidad, insistir en la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud”.


También te puede interesar…