Ante la alarma generada sobre casos de shock pediátrico graves en otros países, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha reafirmado su capacidad de abordaje. En este sentido ha aclarado que, por el momento, no se ha establecido si son una coincidencia en el tiempo con la pandemia del Covid-19. Asimismo, tampoco se ha detectado si tiene algún tipo de relación causal.

Por su parte, Fernando Simón ha añadido que no hay pruebas de que lo relacionen con el coronavirus y, por tanto, hay que hacer más valoraciones.

Así, la AEP querido mandar un mensaje de tranquilidad a las familias: “conocemos estos casos”. Por ello han confirmado que la primera línea, es decir, los pediatras de atención primaria, está preparada para diagnosticar y derivar rápidamente a los niños que presenten esta clase de sintomatología.

Este número de pacientes pediátricos se caracteriza por un cuadro inusual de dolor abdominal, acompañado de síntomas gastrointestinales (diarrea y/o vómitos), con aceptable estado general. Según apunta la AEP, pueden evolucionar en pocas horas hacia un shock, con taquicardia e hipotensión, incluso en ausencia de fiebre.

Vigilancia pediátrica y Covid-19

Tal y como se ha puesto de manifiesto en la práctica clínica, en la gran mayoría de las ocasiones la Covid-19 cursa de forma leve en niños. Aún así, la AEP recuerda a los padres la relevancia de que estén atentos a los síntomas de alarma de los niños. La asociación de fiebre elevada y manchas en la piel, apuntan es un motivo habitual de consulta.

En cuanto a lo que se refiere al shock pediátrico, desde la AEP se está recopilando toda la información existente y con evidencia documentada.

Cuadro clínico en otro países

Estos casos se han descrito en Italia, Reino Unido, Francia y Bélgica al menos, por lo que los pediatras de estos países están siendo advertidos. Así, resaltan que el dolor abdominal y los síntomas gastrointestinales se han asociado a inflamación cardíaca (miocarditis). De igual forma, se ha observado en algunos niños con PCR positiva para SARS-CoV2 y también con PCR negativa.

La AEP recomienda a los pediatras tener “un alto índice de sospecha, monitorizar la frecuencia cardíaca y la tensión arterial y valorar la derivación urgente a un hospital próximo”.