El Hospital de la Santa Creu i Sant Pau ha iniciado su Programa de Cirugía Robótica incorporando el modelo más avanzado del robot quirúrgico Da Vinci (Da Vinci Xi IS4000). Son cinco los equipos quirúrgicos encargados de desarrollar el programa: Cirugía Hepatobiliar y Pancreática (HBP), Bariátrica y Esofagogástrica, Colon y Recto, Ginecología y Cirugía Torácica (CTO).

La cirugía robótica supondrá mejorar la calidad asistencial a los usuarios, optimizando los resultados de las intervenciones quirúrgicas realizadas con estos equipos, con múltiples beneficios clínicos para los pacientes y para los cirujanos. 

Según José Manuel Francos, subdirector asistencial del Proceso Quirúrgico de Sant Pau, “la implementación del Programa de Cirugía Robótica nos situará en el más elevado estándar de excelencia, en relación con la tecnología médica y la oferta de tratamientos”.

“Y el objetivo prioritario es que este programa sea de carácter multidisciplinar, aplicándose a distintas especialidades quirúrgicas”, añade Francos. 

Santiago Sánchez Cabús, jefe clínico de la Unidad de Cirugía Hepatobiliar y Pancreática (HBP), quien lidera uno de los cinco equipos del Programa, explica que en la cirugía hepato-bilio-pancreática, el abordaje mínimamente invasivo ha sido acogido “significativamente más tarde comparado con otras disciplinas”. “La razón es que este tipo de cirugía es altamente compleja técnicamente y esto dificulta su reproducibilidad en laparoscopia”, asegura. 

Según Juan Carlos Trujillo, jefe clínico del Servicio de Cirugía Torácica, en su ámbito, la cirugía robótica es “un paso más en el desarrollo de las técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas”. “La incorporación del sistema Da Vinci ha hecho posible hacer procedimientos más complejos a través de cirugía mínimamente invasiva, lo cual ha permitido reducir la morbilidad postoperatoria de nuestros pacientes”, añade Trujillo.

Por su parte, Carmen Martínez, de la Unidad de Cirugía Gastrointestinal y Hematológica del Servicio de Cirugía General, explica que las ventajas de la cirugía asistida por robot son “más evidentes en intervenciones que tienen lugar en espacios anatómicamente limitados, como las de cáncer de recto y en el prolapso rectal”.

“La visión amplificada en 3D y la mayor maniobrabilidad de las herramientas robóticas, permiten hacer disecciones pélvicas más distales superando las limitaciones de la cirugía laparoscópica. Además, se facilitan las anastomosis intracorpóreas y linfadenectomías ampliadas en las colectomías derechas”, señala Martinez.

“El aumento exponencial de los procedimientos de cirugía bariátrica y metabólica para tratar la obesidad implica un incremento de situaciones técnicamente más exigentes y complejas”, afirma Sonia Fernández Ananín, de la Unidad de Cirugía de Tubo Digestivo y Hematología del Servicio de Cirugía General.

“Las plataformas robóticas, con una visión tridimensional estable, el uso de instrumentos articulados con 7 grados de libertad, una mayor precisión, y la disminución del “efecto palanca” facilitan el abordaje de estos retos de forma óptima”, explica Fernández.

Por último, en las intervenciones ginecológicas, el Ramon Rovira, coordinador de Proceso Quirúrgico del Servicio de Ginecología y Obstetricia, dice que “el robot quirúrgico es una clara mejora tecnológica que permite un mejor y más fácil abordaje en el área anatómica donde se desarrollan la mayoría de los procedimientos de nuestra especialidad, la pelvis femenina”.

Además, añade que los brazos robóticos “permiten una angulación de la punta de los instrumentos con mayor grado que la propia muñeca humana, a muy pocos centímetros del tejido que queremos resecar”.

El Da Vinci Xi (IS4000)

El Da Vinci Xi ofrece una alta adaptabilidad y versatilidad a distintas especialidades. Este nuevo modelo permite, entre otras cosas, tener una visión aumentada hasta a 10 veces, con una muy buena resolución y una visión en 3D superior a la técnica laparoscópica; o realizar cirugía multicuadrante sin tener que mover al paciente o al robot.

Tiene tres componentes: una consola quirúrgica, un carro para el paciente y un carro de visión. Desde la consola quirúrgica, a través de los pedales y los comandos, el cirujano controla el endoscopio 3D y los cuatro brazos articulados característicos del Da Vinci Xi.

El dispositivo incluye cuatro brazos articulados que pueden colocarse en función del tipo de intervención, bien desde la consola o bien de forma manual. El carro quirúrgico también tiene un puntero láser situado en el centro de la estructura de los brazos que facilita su colocación en el campo quirúrgico. Y la torre de visión es la unidad de elaboración y procesamiento de imagen, con un monitor táctil de 24 pulgadas, un electrobisturí y estanterías para el equipo quirúrgico auxiliar. 


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