La prevención y diagnóstico precoz en cáncer es una tarea que, desde todos los ámbitos de decisión, pide un nuevo impulso. Desde Europa ya se han dado pasos en esta dirección, mientras que el Senado ha servido de eco a este respecto dando luz verde a una moción focalizada en recuperar el ritmo prepandemia en cáncer de mama. Lo ha hecho además por casi unanimidad —solo un voto en contra— y tras consensuarse una enmienda con el Grupo Popular, lo que ha mostrado el respaldo en casi en bloque de los representantes de la Comisión de Sanidad de la Cámara Alta, que recuperaba su actividad tras el verano.

El Grupo Izquierda Confederal ha sido el encargado de defender la propuesta, que pedía financiar adecuadamente a las CC. AA. para que puedan avanzar la edad de inicio de mamografías o screening en mujeres asintomáticas a los 40 años y volver a cifras previas a la COVID-19.

“Existe un consenso cada vez más amplio sobre la franja de edad a tratar, que estaría entre los 40-50 años. Sobre ella proponemos que se preste especial atención, así como que se extienda la detección precoz de esta enfermedad hasta los 75 años. Vemos cómo abordar a tiempo suponer notables mejoras en la calidad de vida de estas personas o incluso salvar la vida”, así lo ha señalado en su turno el senador Carles Mulet, de Compromís.

“Existe un consenso cada vez más amplio sobre que la franja a tratar estaría entre 40-50 años. Proponemos que además se extienda la detección precoz hasta los 75”

Carles Mulet, senador del Grupo Izquierda Confederal

La iniciativa también abogaba por introducir campañas de sensibilización para el fomento de la auto-exploración destinadas a mujeres jóvenes en los respectivos planes autonómicos para la Prevención de Cáncer de Mama, así como por estudiar y analizar las repercusiones laborales para las afectadas y las posibles medidas que se podrían aplicar para corregir las dificultades de incorporarse de nuevo al mercado laboral tras el tratamiento.

Medicina genómica y de precisión

Al texto se han adherido las consideraciones del PP para dotar de un mayor rigor y respaldo profesional a la moción. Así lo consideraba su grupo, que vía enmienda apostaba por aplicar tanto en el tratamiento como en las campañas de prevención del cáncer de mama criterios científicos dentro de la medicina genómica personalizada y de precisión. El senador Antonio Román reconocía en su intervención los esfuerzos de la UE y sus directrices para mejorar la detección, prevención, detección y tratamiento del cáncer de pulmón, mama, próstata y colon, una línea compartida por la iniciativa debatida.

Según Román, esta incorporación de visión ‘de precisión’ ha de hacerse desde el conjunto de todas las CC.AA. “En el seno del Interterritorial hay una ponencia de cribado que tiene que determinar las edades y las técnicas diagnósticas para el cribado. Esta hace un informe que pasa a la Comisión de Salud Pública y de ahí al Interterritorial, para garantizar algo que también tiene relación con la equidad en todo el sistema”, ha argumentado.

Del mismo modo, Mulet ha acordado también una transaccional con el Grupo Socialista; menos suerte ha tenido la enmienda de modificación de VOX, defendida por José Manuel Marín Gascón. El senador ha argumentado así que todas las autonomías habrían de contar con los mismos medios y financiación para la realización de dicho diagnóstico precoz, un petitum que finalmente no ha sido aceptado por Compromís.

Enfermería especializada en diabetes

El Senado ha aprobado también una moción socialista para que los profesionales de enfermería expertos en diabetes cuenten con un reconocimiento oficial que acredite su capacitación a la hora de hacer un correcto seguimiento de los pacientes, e impartirles formación para mejorar el control de su enfermedad. Concretamente, se pedía dar luz verde vía Sanidad a los diplomas que validen las competencias del personal para esta atención específica, y también impulsar los diplomas de acreditación avanzada dentro de la Comisión de Formación Continuada y de Educadores en Diabetes para acreditar esa formación específica.

La senadora del grupo, Mercedes Otero, ha destacado que España está “entre los países europeos con mayor número de pacientes de esta enfermedad entre 20 y 79 años”. Además, el 50 por ciento de los y las pacientes no está bien controlado. “Un paciente con un mal control de su enfermedad supone un incremento del coste sanitario de entre el 9 y el 23 por ciento sobre los pacientes bien controlados”, ha señalado.

“En nuestro sistema se han ido sentando las bases que nos permiten ir consiguiendo reconocimientos para un profesional de enfermería con funciones que exigen más nivel de responsabilidad para mejorar la seguridad y la calidad de vida de los pacientes, y actuando como motor o promotor de mejoras en el área en la que actúa”, ha explicado Otero.


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