El Ministerio de Sanidad incorporará vacunas de proteínas recombinantes en la próxima campaña de vacunación frente a la COVID-19. En este sentido, “no habrá excesivas novedades” más allá de esta fuerte apuesta por las vacunas proteicas, según han confirmado fuentes ministeriales a GM

Así, Sanidad adquirirá, aproximadamente, 3 millones de dosis de la vacuna de proteínas de HIPRA (Bimervax). “La compra de HIPRA se realizará en el marco de compra conjunta europea (mecanismo JPA) que este año existe para la compra de esta vacuna”, apuntan desde el Ministerio. Además, también comprará cerca de 6,5 millones de dosis de la vacuna de ARNm de Pfizer (Comirnaty), para dar continuidad al contrato adquirido previamente.

De hecho, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha confirmado que el Ministerio está en fase de adquisición de vacunas y se contará con “un portfolio variado”. Asimismo, ha asegurado que ya se ha tomado la decisión de que los criterios y los grupos de población a vacunar van a ser similares a los del año anterior.

Una compra importante

Para Ángel Gil, catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, la adquisición de la vacuna de proteínas se trata de “una buena noticia”. “Pensaba que iba a ser más tarde, porque como el contrato que se había firmado con Pfizer a través de la Unión Europea era hasta el 2027, la vacuna de HIPRA podría no tener cabida en esta próxima campaña, pero si la adquiere el Ministerio, las comunidades autónomas no tienen que desembolsar dinero y eso está bien”, ha expuesto en declaraciones a GM.

Tal y como recuerda Gil, ya hay otros países europeos que se han hecho con vacunas de proteínas, pero “con un número de dosis menor”. “Bélgica, por ejemplo, ya compró el año pasado, pero la compra de España es la más grande“, ha especificado.

Precisamente, la Ponencia de Vacunas se reunió el pasado 10 de julio para abordar cuestiones relacionadas con la próxima campaña de vacunación en España y esa apuesta por las vacunas de proteínas se llevará a la Comisión de Salud Pública.

Beneficios de las vacunas de proteínas

“Como lo que estamos haciendo en este momento es vacunar a los más vulnerables, hacerlo con una vacuna que es de proteínas no supone ningún problema y tiene menos efectos secundarios“, ha asegurado Ángel Gil. Además, otra de las ventajas que menciona el experto es que HIPRA finalmente ha conseguido que sean viales monodosis, lo que permite “limitar el desperdicio de dosis”.

Asimismo, la vacuna de proteínas no requiere conservación en congelador. “Se puede conservar perfectamente en las neveras que hay en los centros de salud”, ha indicado Gil. Y, por otro lado, ha apuntado que la pauta heteróloga (combinar vacunas de distintas tecnologías) siempre “viene bien para el sistema inmunológico”.

En este sentido, el catedrático ha afirmado que las vacunas de la síntesis proteica como la de HIPRA aportan una protección más duradera. “Siempre se hablaba de que las vacunas de ARNm podían proteger entre 6 y 8 meses y por eso hay que vacunar cada ciertos meses, mientras que estas vacunas confieren una protección más a largo plazo”, ha recalcado.

Insistir en la vacunación

El hecho de que la pandemia de COVID-19 haya quedado atrás, no significa que el virus haya desaparecido. “Sigue circulando“, ha advertido Ángel Gil. Si bien es cierto que este año ha habido una onda epidémica más definida de VRS y luego de gripe, y la COVID-19 no la ha tenido durante el invierno, “hay que dejar claro que este virus no es estacional como la gripe o el VRS“, tal y como ha recordado.

De hecho, el catedrático ha indicado que en el pasado mes de junio se produjo una pequeña onda epidémica de COVID-19 y, por tanto, “necesitamos tener vacunas con una protección más amplia en el tiempo y que vaya más allá de los 6 meses”.

A ello se suma la conocida como fatiga pandémica, pues la población “está cansada de vacunarse”, y la menor percepción de riesgo. Sin embargo, es necesario concienciar de la importancia de continuar vacunando frente al virus y, en este contexto, será fundamental vacunar a los grupos de mayor riesgo. “La indicación para COVID-19 es un poco la misma que tiene la población para gripe, es decir, decir mayores de 65 años y grupos de riesgo“, ha afirmado Gil. “No se espera una recomendación de toda la población”, ha añadido.