La crisis sanitaria generada por la llegada del Covid-19, ha provocado que la actividad en los Centros de Salud y Hospitales se transformase profundamente en un corto espacio de tiempo. En la fase de desaceleración en la que nos encontramos, se hace necesario recuperar la actividad asistencial que tuvo que dejar de realizarse y que es la esencia de Atención Primaria y Especializada, teniendo en cuenta, eso sí, que tendremos que seguir conviviendo con el SARS COV-2 durante un tiempo todavía indeterminado. Entre las actuaciones a recuperar se encuentra la vuelta a la normalidad vacunal y el rescate de las coberturas de vacunación a los niveles prepandémicos.

Recuperar a las personas no vacunadas es clave en el camino hacia esta “nueva normalidad”, así lo han puesto sobre la mesa profesionales como Fernando Sánchez Perales, jefe de Servicio de Pediatría del Hospital Universitario de Torrejón y Presidente de la Sociedad de Pediatría de Madrid y de Castilla-La Mancha; Begoña Reyero Ortega, presidenta de la Asociación Canaria de Enfermeros en Vacunología (ACEVAC), junto a Rosa Ramírez Fernández, subdirectora General de Promoción, Prevención y Educación para la Salud de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid; David Moreno, director del Plan Estratégico de Vacunaciones de la Consejería Salud y Familias de la Junta de Andalucía; y Jaime Pérez, jefe de servicio de Salud Pública de Lorca y Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la Región de Murcia, durante el debate virtual ‘Desconfinamiento: es hora de la vacunación’, organizado por Gaceta Médica y El Global, con el apoyo de GSK, y en el que estos expertos han incidido en la importancia crítica del nivel de atención primaria en el nuevo escenario.

Ministerio de Sanidad y Comunidades Autónomas establecieron en marzo los criterios de priorización de la vacunación durante la crisis de la Covid-19. Como consecuencia de la crisis, y el enorme impacto causado sobre la actividad normal en muchos centros, las unidades de salud pública de las distintas comunidades autónomas han comenzado a detectar reducciones importantes en las vacunaciones.

Como explica Ramírez, en la Comunidad de Madrid, la estrategia de vacunación recae mayoritariamente en la atención primaria y este primer nivel ha sufrido una merma importante en su capacidad asistencial durante los últimos meses. “Parte de los recursos, durante la crisis, se han dedicado al Hospital de IFEMA, sin olvidar que también hemos tenido bajas”. Desde el 6 de marzo, la comunidad estableció una estrategia de priorización de la vacunación de los niños por debajo de los 15 meses, embarazadas y grupos de riesgo, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad. Esto supuso que “se hayan dejado aparcadas el resto de las vacunaciones para retomarlas en el momento en que se hubiese avanzado en el control del coronavirus”. El análisis que hace Madrid de la situación esboza un escenario similar al de otras autonomías, con bajadas del 19 por ciento de la cobertura en la vacuna hexavalente; del 22 por ciento en el meningococo C; del 30 por ciento en la triple vírica; o del 52 por ciento en varicela, todo ello en tan solo dos meses. En este sentido, Ramírez apunta que, además de ver el descenso general de todas las vacunas, se confirma que conforme aumenta la edad, el descenso es mayor.

En Andalucía, Moreno confirma también esta misma tendencia. La vacunación se centrado en los grupos priorizados reconociendo que en el resto de los grupos “no ha habido vacunación o ha sido anecdótica”. En niños de hasta los cuatro meses, Andalucía ha registrado un descenso de la vacunación de cerca del 25 por ciento. Un porcentaje que aumenta conforme se incrementa la edad. “Hasta alcanzar una bajada del 50 por ciento”.

Desde la Región de Murcia, Pérez recuerda que, a diferencia de Madrid, Murcia y Andalucía no han sufrido una presión asistencial tan grande. De hecho, Murcia sí ha mantenido operativos los centros de salud. A pesar de ello, confirma que también han registrado una bajada de cerca del 20 por ciento hasta llegar al 50 por ciento, conforme aumenta la edad. “Esto se ha visto y se ha registrado en otros países también”, añade.

Los tres expertos coinciden en que el temor de la población, así como la propia accesibilidad a los centros, han sido el desencadenante de esta situación.

¿Cómo hacer frente a este miedo?

Tanto Sánchez como Reyero recuerdan que el mensaje “quédate en casa” transmitido por profesionales y autoridades ha calado ampliamente entre la población. Ahora es el momento, dicen, para revertir esta tendencia y trasladar el mensaje “vacúnate”. En opinión de Sánchez, es necesario trasladar que, en este caso, las visitas en atención primaria sí que están justificadas. Para Reyero, si hasta ahora se habían alcanzado unas coberturas óptimas en la vacunación ha sido gracias al papel que desempeñan los sanitarios. “Trabajamos en planes de promoción de salud y prevención de enfermedad. Esto, ahora, ha quedado transitoriamente en un segundo plano”.

Es el momento, coinciden los cinco expertos, de llevar a cabo estrategias de captación activa. “Captar, vacunar y acelerar calendarios”,

La captación activa

Desde la Comunidad de Madrid, de hecho, ya se ha comenzado a trabajar con atención primaria para recuperar a los no vacunados.Hemos planteado a los profesionales la necesidad de reiniciar la vacunación. La captación activa la hemos utilizado otras veces y ha funcionado muy bien. El sistema está capacitado”, explica Ramírez. Para ello, se han sacado los listados de los niños no vacunados y desde AP se insistirá a través de llamadas telefónicas. Pero, además, “hay que completar calendario de vacunación con el resto de los grupos de edad”.

Moreno también avanza que en Andalucía ya se ha enviado un plan normalizado de trabajo a todas las actividades que se realizan desde AP. Entre ellas: rescatar las vacunas frente al descenso del 25-50 por ciento e ir incorporando al resto de grupos por encima de la edad priorizada. “Impulsaremos una serie de medidas específicas para aumentar la vacunación que van enfocadas a la captación activa”, añade. Para Moreno esta captación habrá que realizarla en varios niveles para promover la confianza. Lo principal, dice, es que la población se sienta segura para volver. “Hemos conseguido que la población se quede en casa y ahora toca que vengan a vacunarse”.

Esta estrategia en la Región de Murcia también está clara. “Creo que se normalizará de forma rápida”, asegura Pérez. Si en España hay una ventaja, comenta este experto, es que “los españoles somos provacunas”, lo que, a su juicio, hace que la gente demande la inmunización. El problema, insiste Pérez, es el tiempo. Será entre mayo y junio cuando habrá que adelantar la actividad de vacunar. No hay que perder de vista el verano, y por tanto, los centros de salud cuentan con menos recursos humanos –debido al periodo estival-. “Durante estos dos meses tendremos que dejar el cupo de niños y adolescentes a cero, para luego poder ir enfrentando los problemas que puedan llegar en verano y otoño”. Pisar el acelerador es clave para que ante un posible nuevo confinamiento no se den interrupciones en el calendario vacunal.

El papel de las sociedades científicas, del mismo modo, a la hora de establecer los protocolos es fundamental. Tanto Sánchez como Reyero remarcan la importancia de trabajar estrechamente con las administraciones. “Tenemos que apoyar y empezar a planificar qué estrategias tenemos que llevar a cabo. También cuando tengamos claro cómo se hará la captación”, añade Sánchez. Del mismo modo, Reyero incide en la importancia de “fomentar la confianza de los sanitarios”.

Sobre el terreno: la coadministración de vacunas

Para David Moreno una posible estrategia será aprovechar las oportunidades que ofrecen las consultas del niño sano para captar a los no vacunados. Algo en lo que también coincide la representante de la Comunidad de Madrid y añade que “dado que los pacientes de grupos de riesgo específicos y los más vulnerables tienen un seguimiento especial por el sistema; hay que aprovechar que este seguimiento se utilice también para vacunar”. En este sentido, los expertos apuntaron a la posibilidad de coadministrar vacunas aprovechando una sola visita. Una estrategia que permitiría la frecuentación y riesgos innecesarios en un escenario de pandemia.

Además, los centros de salud de menor tamaño pueden jugar aquí un papel importante. “Los más grandes tendrán que organizarse mejor”, añade Moreno. En su opinión, habrá que conseguir espacios adecuados y seguros en el nivel de primaria. Es lo que Moreno denomina la autogestión de este nivel asistencial y de sus infraestructuras.

Jaime Pérez opina que la clave es gestionar a los pacientes de forma activa y mediante cita telefónica previa para evitar que exista una sobredemanda y reprogramar las visitas que se planteen necesarias.

Respecto de los pacientes de alto riesgo, como los inmunodeprimidos, Reyero sugiere la posibilidad de que puedan ser vacunados en el nivel atención primaria. Para eso, adelanta, la comunicación entre niveles –primaria y hospital- debe ser más fluida, “y con sistema muy anclado y perfeccionado de registro”.

Precisamente, Ramírez incide en la importancia de los registros en la vacunación. “En la vacunación un elemento clave es que se registre lo que has vacunado”. De hecho, pone el ejemplo de la Comunidad donde existen centros de vacunación –fuera de la atención primaria dependiente del Sistema Regional de Salud- que cuentan con el sistema informático habitual de la red sanitaria madrileña para poder actualizar y unificar datos.

¿Y la gripe?

En todoeste escenario hay una preocupación común a todos los expertos: la llegada de la gripe. Como explica Rosa Ramírez conseguir una alta cobertura este año es una prioridad máxima dado que “nuestro temor es que en octubre pudiera haber otro repunte de la COVID19”. Así, la Comunidad de Madrid está trabajando ya en una estrategia de vacuna antigripal para la próxima campaña teniendo en cuenta que la gripe impacta de manera importante en la población vulnerable. “Tenemos que trabajar con aquellas unidades que hacen vacunación para que sean un elemento más y analizar las posibilidades que tienen”.

Pérez también señala la posibilidad de programar las visitas en la vacunación de gripe. De hecho, apunta a que todas puedan coordinarse a través de cita telefónica, a fin de evitar una sobredemanda y que las salas de espera de los centros se llenen. La próxima campaña se plantea para estos expertos vertiginosa. “Hay que vacunar a mucha población en poco tiempo”, avanza, al tiempo que añade que pueda ser necesario recurrir a estrategias más imaginativas de captación.

Los circuitos limpios estarán garantizados en estos centros sanitarios. De hecho, muchos de ellos, contarán con diferentes accesos para evitar el contacto entre personas que van a vacunarse y personas con sintomatología respiratoria.

“No descartaría una estrategia de masas. Con la campaña de vacunación de la gripe se identifican grupos de riesgo. Tal vez es cuestión de plantearlo, además de alguna medida excepcional que nos pueda servir para identificar los grupos prioritarios”, señala Reyero.

¿Una campaña común en el SNS?

En una situación excepcional como la actual, ¿sería necesario establecer una estrategia común para todo el SNS? Las comunidades autónomas representadas en la mesa consideraron que la necesidad se centraría en avalar y acordar criterios comunes para que cada autonomía los adapte en función de su población. “Hay que llegar a una serie de requisitos básicos y de elementos que nos armonicen y que cada CC.AA. con su peculiaridad lo aplique”, expone Ramírez.

Con todo, revertir estos efectos colaterales de la crisis de la Covid-19 es un desafío a todos los niveles del sistema sanitario. Si hasta ahora el mensaje del “quédate en casa” había calado en la sociedad; ahora el mensaje es claro: “Es la hora de la vacunación”.