La Oncología nacional e internacional ha perdido desde este domingo 21 de marzo a uno de sus principales referentes: José Baselga (1959-2021). El Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) ha sido el encargado se anunciar el inesperado fallecimiento del que fue su primer director y, entre muchos otros reconocimientos, una figura clave en la llegada de la medicina personalizada al tratamiento contra el cáncer.
Faltarían líneas para enumerar cada una de las aportaciones de este investigador en el abordaje del cáncer, o sus múltiples responsabilidades ejercidas en entidades e instituciones referentes en esta patología. El oncólogo catalán apostó desde sus inicios por el conocimiento de la biología de la enfermedad, incluso con mucha anterioridad a la llegada de los primeros avances en la identificación del genoma humano. Ya en concreto, tras sus primeros años de formación en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAM) y en el Hospital Universitario Vall d’Hebron, completó su formación en Medicina Interna en el Hospital Kings County de Brooklyn, y, posteriormente, en Oncología en el Memorial Sloan Kettering en Nueva York.
Tras este primer proceso formativo fuera de nuestras fronteras, a su regreso España en 1998 fue nombrado coordinador y jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d’Hebron, dónde creo el Departamento de Oncología del Hospital Universitario Vall d’Hebron. Con esta decisión, Baselga ponía los primeros cimientos del VHIO que, tras su creación en 2006, se convertiría uno de los centros de investigación oncológicos más punteros de España. Balsega fue su director hasta que volvió a marcharse a Estados Unidos, en 2010.
En concreto, Baselga volvió a ‘cruzar el charco’ para dirigir la División de Oncología del Hospital General de Massachusetts (Boston), a la vez que compaginaba un puesto de profesor de Medicina en la Escuela de Medicina de Harvard. Pese a sus nuevas responsabilidades, siguió manteniendo una importante actividad científica en VHIO.
Posteriormente, entre 2013 y 2018 asumió la dirección médica del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, y desde 2019 era el director mundial de I + D del Área de Oncología de la farmacéutica británica AstraZeneca.
Su trabajo, visión y liderazgo le llevaron también a ser elegido Presidente de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) y de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer (AACR). Asimismo, entre las múltiples responsabilidades e iniciativas asumidas a lo largo de su prolífica trayectoria profesional, Baselga fue fundador de la Fundación de Estudios e Investigación Oncológica (FERO).
En una de sus últimas intervenciones profesionales públicas Baselga insistía en la importancia de le medicina personalizada y las nuevas terapias en la lucha contra el cáncer: “Tenemos diez años de mejora en la supervivencia; y lo haremos gracias a los nuevos fármacos que estamos desarrollando”, indicó en el evento ‘Envision Summit’ en noviembre de 2020.
Según ha informado el diario La Vanguardia, José Basega habría fallecido a los 61 años víctima de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
Reconocimiento a su labor
Son innumerables los organismos y entidades que han mostrado su consternación por el fallecimiento de Balsega y han querido reconocer su contribución en el ámbito de la Oncología.
Por ejemplo, a nivel nacional, la Fundación ECO ha querido destacar “su prestigio y reconocimiento en todo el mundo científico, sobre todo en el ámbito oncológico y más concretamente en el campo del cáncer de mama donde ha realizado grandes aportaciones que han llevado a la curación de miles de mujeres con esta enfermedad”. Para la Fundación ECO, el legado que deja este oncólogo “es el del ejemplo de lo que se puede conseguir con una voluntad fuerte, junto a una inteligencia y una habilidad profesional poco frecuente en el mundo científico; todo un referente para cualquier joven científico que quiera alcanzar la excelencia”, valoran.
También desde SOLTI, grupo de investigación oncológica clínica y traslacional de la que Baselga fue socio fundador y presidente, se ha querido recordar el papel clave que tuvo este investigador en el desarrollo del fármaco dirigido trastuzumab, que revolucionó el tratamiento del cáncer de mama.
Apenas horas después de su fallecimiento, los reconocimientos y recuerdos al oncólogo se suceden desde cualquier parte del mundo. Gaceta Médica y su compañía editora Wecare-u se quieren sumar a este homenaje de toda la comunidad científica y la Sanidad nacional e internacional, y mostrar asimismo su consternación por esta pérdida. DEP.
