Prácticamente todas las comunidades autónomas han asumido el reto de acelerar la implantación de los programas de cribado de colon en 2021 para alcanzar el cien por cien de cobertura. El dato actual aún está lejos del objetivo ya que los datos oficiales hablan de que sólo el 40 por ciento de los casi 12 millones de personas en edad de riesgo está cubierta por un programa. En el 2014 se incluyeron los programas de cribado de cáncer de colon en la Cartera de Servicios Comunes del Sistema Nacional de Salud (SNS). Entonces, se diseñó un calendario que apunta a a2024 para conseguir el objetivo.
Sin embargo, el fantasma de la inequidad también asoma en el cribado de esta patología. Las comunidades de Baleares y Canarias no se acercan a un objetivo para el que el resto de territorios ya tiene muchos mimbres creados. De hecho, el caso de Canarias es muy singular ya que a pesar de ser una de las pioneras en anunciar el plan de cribado a día de hoy está paralizado completamente.
De todas las comunidades destaca el caso del País Vasco, una de las primeras en implantar el programa de cribado poblacional, gracias a lo cual a día de hoy tiene el cien por cien de cobertura y una tasa de participación superior al 70 por ciento. En estos momentos, su población tiene menos riesgo de morir por cáncer de colon que en el resto del territorio nacional.
Medida eficiente
La prueba utilizada en estos programas de cribado es el Test de Sangre Oculta en Heces (TSOH), una prueba sencilla y barata capaz de detectar el tumor en sus etapas iniciales o las lesiones premalignas que lo originan. Esta prueba cuesta 2 euros y si da positivo, lo que sucede entre el 6% y el 7% de la población cribada, se realiza una colonoscopia que tiene como coste unos 180 euros. Por el contrario, el coste medio del tratamiento de un cáncer colorrectal en España supera los 27.000 euros, cifra que aumenta mucho más si se contabilizan las nuevas terapias biológicas y los tratamientos neoadyuvantes y quirúrgicos para la enfermedad metastásica.
