Aproximadamente, por cada euro destinado a vacunas se puede ahorrar entre 4 y 5 euros en costes médicos directos. Y si considerásemos los costes de tipo indirecto, la cifra se elevaría aún más. Así lo explica David Cantarero, responsable del Grupo I+D en Economía de la Salud del Instituto de Investigación Sanitaria (IDIVAL). No vacunas sale caro.

No sólo en términos económicos, en términos de salud sobran las palabras. El alivio que supone para los sistemas sanitarios es incuestionable. Con la segunda ola haciendo estragos en nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS), esta medida se debe alzar como un pilar fundamental que merece la pena llevar a cabo.

Poco se habla del gran efecto secundario de las vacunas: No ponerlas. Lo repiten los expertos una y otra vez, y en los últimos meses con más hincapié. ¿Y la vacunación a lo largo de la vida? Como está tan auge hablar de dinero. Aquí un esbozo. Según un informe de la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, el coste previsto de la vacunación a lo largo de toda la vida fue de 726,06 euros por cada mujer sana y de 525,89 euros por cada hombre sano durante 2019. Eso sí, el coste para la población de riesgo aumenta, ya que requieren de un mayor número de vacunas. Así, el coste osciló entre los 982,99 euros y los 1.815 euros por persona. Unos datos que muestran el bajo coste de la vacunación a lo largo de toda la vida y los importantes beneficios para la salud que conlleva. Todo ello hace que la vacunación sea útil y rentable.

Además, este informe apunta que, en España, el gasto sanitario público en 2017 fue de 68.483 millones de euros, lo que equivale a 1.472 euros por habitante. Mientras, el coste medio de cada ingreso hospitalario es de 4.916 euros. En pocas palabras: el gasto que supone para el sistema padecer la enfermedad es mucho mayor comparativamente que el gasto generado por las vacunas. Si lo trasladamos al contexto actual, la fórmula es sencilla. ¿Cuánto dinero está costando no tener vacunas frente a la COVID-19?

Pero para materializar todo esto es necesario también apostar por la equidad. Al igual que apostar por la Salud Pública, clave para el futuro de la Sanidad Española.