Una de las lecciones aprendidas de esta crisis sanitaria es que las fronteras son solo líneas imaginarias, aunque, por desgracia, su simbolismo nos sitúe ante el abismo de una guerra de consecuencias difíciles de prever. Con la pandemia, y volviendo a nuestro tema sanitario, hemos visto que cualquier fórmula que pase por alto que la respuesta ha de ser común está abocada al fracaso. De hecho, uno de los mayores éxitos en su gestión tiene que ver con la respuesta al desafío económico que también ha planteado, y que permitirá proveer de recursos adicionales al sistema sanitario español a lo largo de los próximos años gracias a la inyección de fondos europeos.

En ese afán por fortalecer esa respuesta uniforme a los retos trasnacionales, la nueva Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea acaba de presentar su primer plan de trabajo anual, que contará con una inyección de 1.300 euros para 2022. Su misión no es otra que la de tratar de prevenir las emergencias sanitarias transfronterizas y que, llegado el caso, los países de la unión estén preparados para ofrecer una respuesta inmediata y coordinada.

Las iniciativas comunes contrastan con la heterogeneidad de las medidas en la práctica

La nueva autoridad es uno de los pilares clave de la Unión Europea de la Salud y se ha marcado objetivos ambiciosos para lo que queda de año, tanto en la respuesta a la pandemia actual como en la prevención de futuras emergencias sanitarias.

La esencia de la HERA contrasta con lo que a menudo observamos en la práctica. A estas alturas, por ejemplo, Suecia y Dinamarca han decidido ya dar eliminar todas las restricciones asociadas con la COVID-19. Mientras, Alemania, con cerca de 250.000 positivos diarios, no ve cerca en absoluto este escenario. Cada país se defiende como puede, y como marcan sus gestores.

En España, y a pesar de los esfuerzos por armonizar la respuesta a la crisis sanitaria, con reuniones semanales del Consejo Interterritorial que todavía hoy parecen un espejismo, acostumbrados a que este encuentro fuera esporádico en las agendas de ministerio y consejerías, la heterogeneidad sigue siendo la nota dominante.

La diversidad se evidencia en todo tipo de medidas, acordes a la situación epidemiológica en cada región, y también a la sensibilidad de los gobernantes al impacto económico de las restricciones. El mapa que os ofrecemos en nuestro artículo sobre pasaporte COVID es una muestra más de ello. 17 comunidades, 17 realidades y otras tantas formas de proceder.